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Por primera vez desde su construcción en el año 2005 la torre de Glòries abrirá las puertas a toda la ciudadanía de forma permanente. A partir del viernes 20 de mayo, se podrá visitar el espectacular mirador del edificio que ofrece unas vistas de 360° de toda la ciudad. Pero el Mirador torre Glòries no pretende ser un mirador convencional, sino que busca ofrecer una experiencia única para redescubrir y ver Barcelona desde todos los prismas que no podemos ver a simple vista desde una ventana.
La propuesta comienza en la planta -1 de la torre de Glòries, en el Hipermirador Barcelona, un observatorio sin ventanas reales donde se muestran todas aquellas cosas a las que no prestamos atención sobre la ciudad. Aquí podréis ver representadas las especies que conviven con los barceloneses a través de 132 figuras de papel y observar en tiempo real el cielo, el viento, el mar y los sonidos de la ciudad. También se muestra la actividad electromagnética de Barcelona y cuál es el barrio con más tuits en las últimas 24 horas, ofreciendo una crónica diaria de la ciudad. Y a todo ello, le acompaña una música basada en los sonidos de Barcelona, que muta a diario en función de la velocidad del viento, la meteorología, las fases lunares y la temperatura del mar, y que acompaña a los visitantes por todo el espacio.
Después de esta primera mirada, podréis subir a la planta 30 del emblemático edificio. El ascensor es ya toda una experiencia de la visita, ya que recorre 125 metros en 34 segundos. En la última planta de la torre podréis ver la ciudad en su totalidad: desde las dos montañas principales de Barcelona, pasando por el litoral, la Sagrada Familia, el distrito 22@ y también la confluencia de las tres grandes avenidas: la Meridiana, la Gran Vía de les Corts Catalanes y la Diagonal.
Más allá de las exclusivas vistas, la cúpula de la Torre Glòries está coronada por la obra de arte 'Cloud Cities Barcelona' del artista Tomás Saraceno. Esta escultura interactiva está formada por 113 espacios nubes conectados en forma de una tela de araña por 6 km de cables tensados. Los visitantes podréis entrar dentro de la instalación y quedaros en suspensión mientras recorréis las diferentes nubes pasavolantes.
La visita tiene un precio de entrada de 15 euros, y para los mayores de 16 años que queráis recorrer el interior de la instalación artística el precio de entrada es de 25 euros.