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El tren es el futuro. Esto es lo que nos repiten una y otra vez desde hace años, pero Europa todavía tiene varios problemas ferroviarios: redes nacionales fragmentadas –si no, que se lo digan a los usuarios de Rodalies–, billetes carísimos y trayectos demasiado lentos. ¿Y si Europa contara con una verdadera red ferroviaria tan fluida como la de un metro? Imagina un metro a escala continental, una línea de alta velocidad que atravesara cada país europeo, desde el Reino Unido hasta Turquía, sin fronteras ni complicaciones. Pues, aunque parezca una propuesta utópica, esta es la ambiciosa idea de Starline, un proyecto que quiere convertir el ferrocarril en el medio de transporte definitivo del continente.
400 km/h y estaciones que no parecerán estaciones
Con trenes que viajan a 400 km/h, Starline promete acortar los trayectos interminables y olvidarnos de los trenes que zigzaguean entre mil estaciones. Pero no es solo una cuestión de velocidad, sino también de ubicación: las estaciones estarán situadas en las afueras de las grandes ciudades, lejos de los centros congestionados, y se convertirán en auténticos hubs culturales con salas de conciertos, museos y espacios para eventos.
En cuanto a los detalles, Starline también propone decir adiós a la distinción entre primera y segunda clase. Los trenes, decorados con un azul vibrante inspirado en la bandera europea, ofrecerán espacios tranquilos y cafeterías, para que viajar no implique elegir entre un vagón ruidoso o un asiento de plástico en un viejo tren de Renfe. En materia de seguridad, Starline apuesta por la inteligencia artificial, biometría y detección automatizada de amenazas. Aún no está claro si eso significará menos tiempo sacando cosas de la bolsa ante un agente de seguridad, pero la idea es crear un sistema ultrafluido y rápido.

Menos aviones, más trenes
Reducir en un 80% los vuelos de corto alcance: ese es el objetivo de Starline. Si el proyecto se hiciera realidad, podría democratizar el tren como la alternativa evidente al avión, con trayectos que se prevén un 30% más rápidos que en coche o ferrocarril convencional. Y para evitar el caos de los billetes, Starline planea un sistema de venta unificado en una sola plataforma, sin necesidad de saltar entre tres aplicaciones, una tarjeta de fidelización o una suscripción que ya hemos olvidado que teníamos.

Una revolución también para el transporte de mercancías
Starline no quiere solo revolucionar los viajes de pasajeros. El proyecto también tiene como objetivo acelerar el transporte de mercancías en Europa, especialmente suministros médicos, productos frescos y bienes manufacturados, para reducir drásticamente los plazos de entrega. Entonces, ¿proyecto visionario o delirio utópico? Starline aún está lejos de ser una realidad, pero, sobre el papel, la idea es atractiva.