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Ya hace años que la comida vegetariana y vegana (o basada en plantas, como dicen ahora los modernos) ha escapado de la parodia casposa de los cuatro brotes verdes y el tofu. Pero si algo certifica cada año la existencia de rankings y guías como We're Smart Green Guide –lo que vendría a ser la Michelin de los restaurantes sin proteína animal– es la sofisticación y alto nivel gastronómico al que han llegado los restaurantes vegetarianos.
Si el año pasado The Green Spot en la Barceloneta se llevó el premio a Mejor Restaurante Vegetariano del Mundo (que no vegano), en la nueva edición de los premios de la prestigiosa guía ha quedado en el número 28 del top 100 mundial, el primero de los cuatro únicos restaurantes españoles que consiguen entrar en esta lista, privilegio que comparte con restaurantes del prestigio de Azumendi, con tres estrellas Michelín, Ricard Camarena, chef con dos estrellas Michelin y el restaurante El Invernadero, con una, o el excelente y asequible Gatblau. The Green Spot ha merecido 5 rábanos, una puntuación resultante de valorar criterios como ingredientes de temporada, porcentaje de fruta y vegetales en el menú y criterios y la de sostenibilidad de cada restaurante (y además posee un interiorismo abracadabrante, de los mejores de Barcelona).
En 2016 Tomás Tarruella ideó este nuevo concepto de restaurante basado exclusivamente en el mundo vegetal para todos los públicos, y se rodeó de un equipo encabezado por el chef Marcelino Jiménez y Julia Kleist. Desde entonces ofrece una carta de propuestas que se van adaptando a los ingredientes de temporada. La inspiración de los platos viene de diferentes cocinas del mundo, desde la japonesa a la árabe pasando por la india, la mexicana, la latina o la del sudeste asiático.