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Julio de 2020 ya es oficialmente el mes de los homenajes a las víctimas de la crisis y a los profesionales que lo han combatido desde primera línea. La Generalitat lo vivió ayer desde las Fonts de Montjuïc y a puerta cerrada para evitar la concentración de miles de personas. Algo más lejos, en Corea del Sur, también se recordó a las víctimas y a los profesionales con un espectáculo integrado por 300 drones no tripulados.
El gobierno coreano, que acostumbra a utilizar drones para hacer espectáculos "celestiales", organizó un acto sobrio más práctico que simbólico. Las escenas que dibujaron los drones en el cielo parecían más una hoja de instrucciones de como utilizar la mascarilla y respetar la distancia de seguridad que una actuación artística. La exhibición de unos 10 minutos de duración contó con dibujos para "dummies" de como es debido lavarse correctamente las manos o el recordatorio de que hay que respetar el 1,5 m de distancia. Los drones también crearon formas para agradecer el gran trabajo de los profesionales o recordar las personas que han sufrido las consecuencias de la enfermedad.
El gobierno de Corea de Sur preparó este acto a escondidas y en ningún momento lo anunció para evitar posibles aglomeraciones.