El curioso ritual de este club barcelonés se ha viralizado gracias a una radio de Estados Unidos

Hay un episodio de los Simpson que a muchos de nosotros nos hizo descubrir un deporte: el curling. En el juego, dos equipos de cuatro jugadores compiten entre sí en una misma pista de hielo, arrojando ocho piedras de granito por ronda. El objetivo principal es que las piedras lleguen dentro de una diana que hay en medio de la pista, o al menos, dejarlas lo más cerca posible. Es curioso que una serie animada de Estados Unidos nos instruyera a muchos sobre esta práctica, ya que un club de Collserola fue el creador de este deporte. O esto clama.

Oficialmente, el curling nació en Escocia en 1541, pero el Vallvidrera Curling Club reclama que, un año antes, ellos ya habían empezado a jugar en el pantano del barrio. De hecho, desde su nacimiento, cada año tienen un ritual que dar por iniciada la temporada de juego. Desgraciadamente, solo existen registros de esta ceremonia desde el año 2018, por lo que el origen del juego es confundido. Sea como fuere, el club de Vallvidrera se ha hecho viral, y no por sus tácticas de juego, precisamente, sino por este ritual tan peculiar.

El caso es que, a principios de marzo, coincidiendo con los días más fríos y con la fiesta mayor de invierno de los barrios de montaña de Barcelona, los miembros del Club bajan al pantano de Vallvidrera. Una vez allí, un integrante del equipo arroja una piedra al agua para comprobar si hay una capa de hielo y así poder jugar a curling. En caso de que el agua no sea suficientemente sólida para jugar un partido, se van todos a desayunar en el Racó de Collserola, donde les espera una brasa y las birras de su espónsor, Cerveses Sant Jordi, que les crearon una edición limitada solo por a ellos.

En el medio siglo en el que el Vallvidrera Curling Club ha estado en activo, nunca han jugado un partido en su campo. De hecho, solo ha competido una vez. Fue en 2019, cuando el Club de Gel de Puigcerdà les invitó a participar en la Liga Catalana. Los anfitriones cedieron a un jugador de su equipo a cada uno de los participantes de Vallvidrera, por lo que acabaron ganando el único partido que han jugado nunca.

Entre broma y broma, el Club ha ido creciendo con los años y ha despertado el interés de los vecinos del barrio, que ya se suman a la 'bajada al pantano'. Incluso un programa de radio de Estados Unidos se ha fijado en el equipo y le ha dedicado un pequeño episodio que cuenta su historia y muestra las imágenes del ritual.

Gerry Hadden, el periodista que firma la pieza, duda de la seriedad del equipo, pero ¿qué equipo poco serio tendría una equipación oficial?, ¿o un lema?, ¿o incluso un himno? "El pantano será siempre nuestro" acompaña a la equipación del Vallvidrera Curling Club año tras año, sea en la pista de juego o en el desayuno.

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