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Es un clásico del verano que hace que se disparen las pernoctaciones en Andorra: cada julio, el Cirque du Soleil se instala en Andorra la Vella para representar un espectáculo a precios populares, creado expresamente para el Principado. Este año escenifican el espectáculo 'Festa', con el que la compañía canadiense conmemora los primeros diez años de su convenio con Andorra. El espectáculo recopila algunos de los mejores momentos de funciones anteriores, y sobre todo ofrece una "explosión de energía y emociones", según su director, Oriol Tomas.
El montaje cuenta con una veintena de actores y dos cantantes y está situado en un hotel de montaña imaginario en los Pirineos. Una de las novedades de este año es que todas las localidades, unas 3800 localidades por función, son de asiento. El espectáculo podrá verse hasta el 30 de julio. Y si os hace gracia, apresuraos: ya han vendido 50.000, el 90 % de las cuales en fin de semana.
Es una función diaria con 3800 localidades entre 21 y 29 euros
La presencia del Cirque du Soleil en julio en Andorra es estratégica: es una fuerte atracción cultural y turística, en un mes en el que no hay masificación de visitantes. Contribuye a la afluencia generosa de turistas –sobre todo catalanes– el hecho de que las entradas cuesten 21 euros (en Barcelona, las entradas de alegría cuestan entre 46 y 225 euros). En algunas ediciones, se han superado los 80.000 espectadores.
El décimo aniversario de la representación también coincide con la finalización del contrato entre el Principado y la mayor productora de circo del mundo. El ministro de Turismo y Comercio de Andorra, Jordi Torres, admitió que el Cirque du Soleil es "difícil de suplir" y que habrá que ver si la propuesta tiene continuidad: en otoño se reunirán ambas partes para renegociar los términos.
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