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Era un rincón emblemático del barrio de Fort Pienc, un espacio que saltaba a la vista por su singular vegetación que aprovechaban las mesas de una terraza contigua. Ahora, sin embargo, este lugar se ha transformado en un solar que el Ayuntamiento prevé tener reformado antes de que acabe el año.
Era fácil verlo porque saltaba a la vista al cruzar el puente, justo en el número 122 de la calle Marina. Conocido popularmente como el almacén de la Casa Gay, se trataba de la sede de una antigua compañía pionera en el alquiler de sillas en la Rambla.
La singularidad del edificio construido en 1929 y su encaje en el patrimonio industrial de la zona ha pasado a mejor vida. Sólo se conservará, a petición de los vecinos, un mosaico que se encontraba en la parte baja de la construcción.
Un refugio de la biodiversidad
Dada la rica vegetación que circundaba el edificio, el Ayuntamiento tiene previsto ubicar un Refugio de la Biodiversidad, un entorno que preserve el "patrimonio natural existente y favorezca la biodiversidad del entorno".
Se quiere que el espacio sea una zona de acceso limitado para potenciar la presencia de especies vegetales y que promueva la alimentación y nidificación de varios animales como mariposas y otros polinizadores, reptiles, aves y mamíferos.