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Casi una cuarta parte de los niños catalanes, un 23%, vive en familias que han sido desahuciadas de su casa o que están en riesgo de serlo. Save the Children ha realizado una encuesta a 220 familias con 440 menores a cargo, un informe que analiza la situación de estas personas en cuestiones como la vivienda, el empleo, la alimentación y la educación. En el caso de Cataluña, la principal causa de desigualdad y exclusión social sigue siendo la vivienda, seguida de la inflación, el paro y la falta de nivel educativo, entre otros.
Del total de familias encuestadas, una de cada tres viven en condiciones inadecuadas y el 60% no puede mantener el hogar a una adecuada temperatura. Además, un 9% residen en viviendas ocupadas o en riesgo de desahucio inminente, el dato más preocupante de entre todos los territorios analizados y que representa el doble de la media estatal. Esto causa que 1 de cada 4 niños vivan en familias afectadas, o potencialmente afectadas, por un desahucio.
Según el estudio, solo en el 3,5% de los hogares ambos progenitores trabajan a tiempo completo, mientras que el 31% se encuentran en situación de paro, una cifra que casi cuadruplica la media de personas desempleadas en Cataluña, que actualmente es del 8,5%. En cuanto al nivel de educación, el 38% de estos padres tienen un nivel de estudios bajo -educación primaria o inferior- hecho que impacta en su empleabilidad.
Los efectos de la inflación
El estudio muestra cómo las familias han sufrido los efectos de la inflación, que ha afectado a sectores esenciales como el de la alimentación. El aumento del precio de los alimentos se disparó un 16,5% entre 2022 y 2023, lo que ha causado que en el 68% de los casos todos los miembros de la unidad familiar hayan tenido que disminuir el consumo de determinados productos.
El gasto medio en alimentación de las familias participantes de los programas de Save the Children asciende a 467 euros mensuales, lo que supone que el 47% de sus ingresos los invierten en lo que se llama 'esfuerzo alimentario', por eso, las familias no pueden hacer frente a todos los costes que implica una crianza digna.