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Este verano va lleno de buenas noticias para los amantes de la arqueología en Barcelona. A finales del pasado mes de julio, las obras de rehabilitación del refugio antiaéreo de la Torre de la Sagrera descubrieron una suela de zapato de caucho nunca hallada en un contexto arqueológico y, unos días más tarde, se descubrieron estructuras relacionadas con la producción de vino en el monasterio de Pedralbes que revelaron una nueva faceta del equipamiento. Ahora, poco más de dos semanas más tarde del último hallazgo, los trabajos de reurbanización de las Hortes de Sant Bertran, en el Poble-sec, han localizado un importante yacimiento prehistórico, hasta ahora desconocido, con más de 700 restos arqueológicos.
Aunque todavía falta la confirmación de las analíticas y estudios que están en proceso, se estima que los hallazgos datan de la edad del Bronce Inicial de Cataluña, entre el 2300 y el 1700 aC, y el Neolítico Final, entre 3400 y el 2700 aC. Aunque el yacimiento ha sido una sorpresa para todos, no es extraño que se encuentre al pie de la montaña, junto al mar y la laguna del Cagalell, ya que fue un espacio muy fértil en recursos naturales, tan marítimos como el trabajo del jaspe procedente de Montjuic. Descubierto el yacimiento, de unos 15 m², se han documentado cinco niveles de época del Bronce Inicial, y un sexto, posiblemente neolítico, con más de 700 restos como cerámicas, conchas y jaspe de Montjuic. Además, en uno de los niveles del Bronce Inicial se ha asociado a un hábitat, ya que se ha identificado una estructura de combustión o chimenea.
Los seis niveles pertenecen a períodos diferentes, pero, con el paso de los años, se han agolpado, aunque se ha podido confirmar que cada uno de ellos está asociado a un tipo de actividad económica dependiendo de la época. Por ejemplo, un nivel del Bronce Inicial estaría asociado a la recolección de conchas procedentes de la próxima línea de costa, ya que se han encontrado muchísimos restos de estos moluscos, que posiblemente también los consumían in situ. Una vez comidas, seguramente las conchas eran tratadas y convertidas en elementos personales decorativos de diferentes tipos. Por otro lado, el nivel que podría corresponder al neolítico estaría asociado al trabajo del jaspe extraído de la montaña de Montjuic, donde trabajaban esta piedra para fabricar herramientas en otro espacio.
Un hallazgo por casualidad
Barcelona es una ciudad con siglos y siglos de historia a sus espaldas y, muchos restos de esta historia se encuentran debajo de las calles por las que paseamos y los edificios donde vivimos. No es de extrañar que unas obras descubran restos arqueológicos de la ciudad, como de la muralla medieval que rodeaba Barcelona, y esta vez también ha sido así. El hallazgo del importante yacimiento arqueológico se enmarca dentro de la reurbanización de los Jardins de les Hortes de Sant Bertran, un espacio que se convertirá en un parque urbano de cerca de 6 000 m² a finales de 2024. Según ha anunciado el Ayuntamiento, los trabajos continúan su actividad mientras el equipo de arqueología trabaja en el análisis de los restos prehistóricos, por lo que las obras continuarán en los meses siguientes, como estaba previsto desde el principio.