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El subsuelo de Barcelona no dejará de sorprendernos nunca. Acabamos de descubrir que una línea de metro podía haber atravesado todo el barrio del Raval según un proyecto del año 1930 que se abandonó cuatro años más tarde. De no haber sido así, ahora las estaciones de Liceu y Paral·lel podían estar conectadas.
El descubrimiento ha sido casual: unas obras para instalar la red de recogida neumática de basuras ha sacado a la luz la entrada al túnel en la confluencia de la calle de l'Est con Nou de la Rambla. Se trata del pozo de ataque y parte del túnel revestido de hormigón que tenía que recorrer toda la calle Nou de la Rambla, que tiene unas dimensiones de 3,50 mx 2,50 m de sección rectangular y una profundidad de 12,50 m. Buena parte de la cavidad se encuentra hoy todavía llena de agua.
El Servicio de Arqueología del Ayuntamiento ha encontrado las estructuras muy deterioradas por el paso del tiempo. Los trabajos en la zona -que se remontan al pasado mes de marzo- han permitido documentar en la zona diversos restos constructivos relacionadas de los siglos XVII y XVIII, según informa el Ayuntamiento en una nota de prensa.
Según explican, el proyecto sufrió numerosos obstáculos a lo largo de los 5 años previos al inicio de la Guerra Civil: huelgas, contratiempos económicos, problemas financieros y dificultades técnicas no esperadas. Cuando el conflicto armado terminó, la concesionaria no pudo reanudar los trabajos, nuevamente por problemas económicos.
Del proyecto, eso sí, se pudieron terminar las cocheras, talleres y una subcentral transformadora que se localizan en el cruce de la calle Nou de la Rambla y Vila i Vilà, así como parte de la estación de Paral·lel.
Debido a la dificultad de acceso, los arqueólogos que trabajaban tuvieron que contactar con la Unidad de Subsuelo de los Mossos para poder inspeccionar y documentar el hallazgo con la seguridad necesaria.
El subsuelo de Barcelona no deja de sorprendernos. Cada cierto tiempo se descubre un refugio antiaéreo o unos restos de épocas pasadas. En 2016, también, se documentó un túnel similar al de Nou de la Rambla en la calle Pelai, destinado a unir los Ferrocarriles con la red de metro.
