[title]
A menudo nos creemos que Barcelona dispone de todos los platos y todas las tendencias gastronómicas (un poco como la película aquella, 'Todo a la vez en todas partes'. Pues no. Todavía hay ítems y recetas que nos sorprenden, y que son un pequeño (o un gran placer) a descubrir, y uno de ellos es la 'masala dosa', una crepe india que por ahora solo se puede comer en el Chennai Masala Dosa, un restaurante indio familiar en Les Corts, y en un par de sitios más.
En esta colorida esquina, Amritha Rajkumar me cuenta que Chennai Masala Dosa abrió en el 2016, y que disponen de una oferta culinaria que les distingue de la mayoría de restaurantes indios de Barcelona "porque nosotros somos de la capital del sur del país, y hemos traído nuestra cocina hacia aquí, claro. La mayoría de los indios que viven en Barcelona provienen del norte del país".
Pasas páginas de la carta y no es lo que te esperas: no hay 'tandoor' ni pollos tikka massala (pero sí un apartado de curris). Desfilan por delante de tus ojos nombres desconocidos –al menos para mí– como el 'idly' –pastelitos de arroz y lentejas al vapor, con 'sambar' (verduras guisadas) y chutney, los 'medhu vada', una especie de donuts fritos hechos de lentejas y especias que se comen a la hora de la merienda, o los 'parotta', un pan similar al 'naan' pero que tiene varias capas rellenas con cordero, pollo o queso.
Chennai Masala Dosa es uno de los pocos restaurantes de cocina del sur de la India en Barcelona
Chennai Masala Dosa es uno de los pocos restaurantes de cocina del sur de la India en Barcelona.
Y reina en la carta el apartado de la 'dosa': "Es nuestro pan con tomate", explica Rajkumar, "la gente los come en todas partes". La 'dosa' es una crep muy grande y alargada –hecha con una pasta crujiente de lentejas y arroz basmati– y que puede llevar rellenos y salsas diversas. El alimento cae bien en la barriga porque ha fermentado 24 horas el día anterior y tiene probióticos, como si fuera un yogur, explica la propietaria del restaurante.
Me zampa la de la casa, que lleva un relleno de trinchado de patata con especias, y que se come con las manos. Vas cogiendo pedazos crujientes que sumerges en salsa de verduras y de chutney, y es un plato sencillo, ligero, nutritivo y digestivo. ¡Y barato y delicioso! Un platazo cuesta 8,50 euros. "La cocina del sur de la India es muy ayurvédica: en una 'dosa' están presentes los cinco sabores, dulce, salado, amargo y umami, pero también te la comes con las manos, o sea que utilizas los cinco sentidos en el proceso", dice Rajkumar. La clásica es la de patata, pero también hay recetas con gambas especiadas o queso fresco.
Este es un restaurante de barrio, con una oferta trabajada y asequible, y con una clientela local que se reparte entre indios y catalanes. Y la carta también es ideal para los vegetarianos que estén hartos de tener que hacer malabarismos para poder comer con cierta variedad.
NO TE LO PIERDAS: Los mejores restaurantes indios de Barcelona
Ya puedes leer el número de mayo de Time Out Barcelona con entrevistas, reportajes y las mejores recomendaciones de ocio y cultura de la ciudad