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Descubre el brutal bocadillo de Dani Alves

Ricard Martín
Escrito por
Ricard Martín
Editor de Menjar i Beure, Time Out Barcelona
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¿Creéis que lo habéis visto todo en materia de 'street food'? Hamburguesas, baos, bocadillos de pollo frito, tacos? Pues no hace ni tres minutos que ha llegado a Barcelona un nuevo ejemplo de comida rápida que hay que conocer: estoy hablando de la reinvención del 'pão de queijo' que ha llevado a cabo el chef Joâo Alcântara en el restaurante que él y el ex futbolista del Barça, Dani Alves, tienen en el Eixample, FOgO. Ha pasado de 'boteco' -lugar de cocina tradicional brasileña- a bar de bocadillos.

De acuerdo. Un 'pão de queijo' puede no parecer gran cosa: es un panecillo más bien pequeñito, hecho con yuca, mantequilla o manteca y queso (sin levadura). Ahora bien, Alcântara ha rediseñado el brioche: lo ha hecho más grande y lo ha horneado con queso manchego. Y lo más importante: la ha convertido en una categoría de bocadillo nueva. La combinación del bollo de queso con los rellenos marca de la casa –Alcântara es un crack en la cocina de autor, pero también al mismo tiempo de lograr melosidad cárnica extrema en guisados– dan como resultado bocadillos extraordinarios: un ejemplo es el de costilla de cerdo con remolacha (brutal!) o el 'Nalgas de Buey', rabo de toro deshuesado con cebolla crujiente. O el de entrecot y vinagreta de piña. «El secreto de este brioche es la masa, en la que deshago queso manchego tierno. Con esta receta quiero demostrar que la cocina brasileña se puede hacer en cualquier parte del mundo », explica Alcântara, que mantiene en el piso de arriba la oferta de alta cocina.

Nalga de buey del FOgO
Nalga de buey del FOgO

Sí, este es un lugar carnívoro, aunque para los vegetarianos queda la opción del 'pão' de escalivada y el de queso de cabra con espinacas y castaña. Y un extremadamente vicioso panecillo de nutella de postres.

Lo mejor de la reconversión de la planta baja de FOgO en bar de 'paôs' es que Alcântara lleva al terreno popular recetas tremendas con materia prima excelente: todos los bocadillos cuestan entre 3,50 € y 4,50 €, y la caña, muy bien tirada, sale por ¡un euro! Lo peor de todo es que la combinación del pan de queso con la carne es extremadamente contundente y si haceís como yo y os metéis entre pecho y espalda cuatro de golpe (es difícil la contención, son muy buenos), saldréis rodando ensanche abajo.

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