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Massimo Pignata, uno de los grandes heladeros de Barcelona y sin duda nuestro favorito, acaba de inaugurar su tercera tienda: Delacrem Terra (Muntaner, 59, nada menos que en la codiciadísima esquina peatonal de Consell de Cent) es un proyecto que Pignata tenía en mente desde 2022 y que por fin se ha hecho realidad. A dos esquinas de la primera Delacrem, se trata de una heladería donde el artesano del Piamonte quiere profundizar aún más en la elaboración de helados a partir de productos de pequeños productores locales.

En realidad, desde sus inicios, Pignata siempre ha trabajado así: usando, por ejemplo, fresas de temporada y de proximidad, una sensibilidad que ya traía incorporada como buen afiliado a Slow Food (movimiento surgido en Italia). Pero en Delacrem Terra —la concreción en tienda de su línea de helados donde cada sabor especifica el ingrediente principal con el nombre del productor y la IGP— lleva esta ética de trabajo un paso más allá.
Se trata de construir los sabores del helado a partir del producto, no al revés
"Se trata de construir los sabores del helado a partir del producto, no al revés", matiza Pignata, que añade que en este caso el reto consiste en "hacer un helado de proximidad que no nos limite, que interese a todo aquel a quien le guste un buen helado, y también trabajar con productores que compartan mi sensibilidad hacia el trabajo artesano".
Un buen ejemplo es un helado hecho con pasta de avellana, variedad negreta tostada de La Trencadora, una familia de Tarragona que se dedica al cultivo y comercialización de frutos secos desde 1920, "con el punto justo de tueste, ideal para mezclar con avellana italiana, que también producen ellos".
Así pues, el uso de producto artesano de proximidad también es "un estímulo" para crear nuevos sabores. Pignata arranca con una veintena larga de sabores rotativos, que llegarán a unas ochenta recetas a lo largo del año, según la evolución del producto y la temporada. Los amantes de las emociones fuertes ya pueden ir preparándose; les esperan sabores como un helado de tarta de queso de Mahón con crumble, o uno de requesón con azafrán. ¡Helado de dulce de leche hecho en La Garriga!

Y sí, esta és una heladería donde el helado de queso tiene un gran protagonismo (del Cadí, del Alt Urgell, de brie de Arenys de Mar...), pero también los sorbetes cuando llegue la temporada de explosión frutal. También habrá una zona de cafetería con café de El Magnífico y a precios muy especiales, que no de especialidad: un café con leche de gama alta a 2,1 euros en Consell de Cent hoy en día es una ganga. "Sobre todo seguimos trabajando para el público local, con precios para locales. De hecho, esta tienda servirá para aliviar la presión de público de la otra", explica el maestro heladero.
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