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Después de dos meses, finalmente el Gobierno anunció que el 4 de mayo se iniciará el plan de desescalada e, inevitablemente, empezaremos a ver la luz al final del túnel, sobre todo en el sector comercial. Vamos por partes y, sobre todo, por fases:
FASE 1
Comercios pequeños: si todo va sobre lo previsto en cuanto a contagios, volverán a abrir las tiendas a partir del 11 de mayo. A pesar de poder levantar la persiana, se deberán cumplir "estrictas condiciones de seguridad". Entre ellas encontramos el aforo limitado a solo el 30% de la capacidad del local, una distancia mínima de seguridad de dos metros entre personas (medida que, si no es posible por el espacio físico del local, solo podrá estar dentro un solo cliente) y con la instauración de un horario concreto para atender con preferencia a las personas mayores de 65 años o de riesgo.
FASE 2 (comenzará el 25 de mayo)
Centros comerciales: no podrán permitir el aforo completo, sino que quedará reducido al 40% de la capacidad para garantizar la distancia obligatoria mínima de seguridad de dos metros. También se deberá establecer un horario de preferencia para mayores de 65 años.
En Cataluña, los mercados al aire libre o de payés ya estaban abiertos, por lo tanto, seguirán con su actividad y las mismas medidas que se veían hasta ahora. De acuerdo con la normativa, el espacio continuará limitado por vallas y con un punto de entrada y de salida, controlados por un vigilante de seguridad. La distancia de seguridad también deberá mantenerse y las paradas también deberán estar separadas por dos metros.
Lo que seguirá prohibido una vez abra el sector comercial es permanecer en las áreas comunes o recreativas.
FASE 3
Comienza el 8 de junio. En esta última fase, el aforo limitado se ampliará al 50% en todo el comercio, pero, una vez más, garantizando la distancia social. Concretamente, en las tiendas de ropa (tanto franquicias como pequeños establecimientos), no se ha concretado cómo será el uso de los probadores o si las piezas permitidas serán limitadas.
Hay que recordar que deberemos tener paciencia y evitar las aglomeraciones, con el fin de no favorecer un retroceso en la desescalada. Es importante seguir haciendo uso de las mascarillas, los geles hidroalcohólicos y el control de la temperatura corporal de los clientes en la entrada de los establecimientos, sobre todo porque estas medidas serán recomendables hasta que podamos volver a la normalidad.