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Si decimos suelo pélvico, ¿sabes a qué nos referimos? ¿Sabes que es un grupo de músculos que tienen tanto las mujeres como los hombres? El suelo pélvico, también llamado musculatura perineal, aguanta la vejiga urinaria, la matriz y los intestinos. Está dispuesto en dos capas: una superficial (que rodea la uretra, la vagina y el ano) y otra profunda. Con el paso del tiempo, el suelo pélvico tanto de la mujer como del hombre se puede debilitar y es cuando pueden aparecer prolapsos, incontinencia y alteraciones en las relaciones sexuales.
Tengo vagina y bastante pereza: ¡necesito ayuda!
Para las que esto de hacer ejercicio os da un poco de pereza y activaros os cuesta más de lo normal, os diremos que podéis hacer gimnasia pasiva ejercitando el suelo pélvico con bolas chinas o entrenadores pélvicos. Usa las que tengas por casa, y si tienes que comprarte nuevas, te recomendamos que las compres de silicona o de un material natural y muy estable, y a poder ser, que incorporen diferentes pesos para que puedas ir aumentando en grado tu rutina de ejercicios pélvicos.
¿Cómo las usarás? Será muy importante que uses tus bolas cada día. Es mejor poco tiempo cada día que muchos minutos en días muy distanciados. Las introduces en la vagina e intentas caminar 15 minutos al día. ¡Venga a dar vueltas por la terraza, la azotea o el pasillo de casa! Los primeros días puede ser que te cueste aguantar las bolas o que se te caigan rápidamente. No sufras. Poco a poco irás mejorando. Cuando ya aguantes las bolas con menos peso y andes durante 15 minutos con ellas durante una semana... Sabrás que puedes pasar al siguiente nivel. ¿Lista?
Tengo voluntad, ¡a por todas!
Para los hombres y mujeres voluntariosos y activos, las palabras clave para poner a tono el suelo pélvico es ejercicios de Kegel o ejercicios del suelo pélvico. Si 'googleáis' encontraréis mil posts, vídeos y webs que hablan de ello y no sumaremos a tanta bibliografía más parafernalia. Sí os daremos, en cambio, la base para hacer unos buenos ejercicios, recomendados por una entidad referente como es Espai Alè:
- Buscad una postura correcta del cuerpo, a la par que relajada. Si estáis de pie, debéis flexionar un poco las rodillas, entrar el coxis hacia el cuerpo, estirar la coronilla hacia el cielo, barbilla ligeramente bajada y hombros relajados.
- Respirad: inspirad, inflando el pecho adelante.
- Soltad el aire como si pronunciaseis una F: es el momento de que recojáis hacia arriba todo el sistema muscular pélvico. Buscad una imagen que os ayude en esta tarea: un cucurucho de helado que se rompe y lo absorbéis hacia arriba; o un ascensor que sube rápidamente hacia el esternón.
¡Lo quiero todo! Yo actúo y me dejo ayudar
Para las más pros, también podéis realizar gimnasia activa con vuestro entrenador pélvico o con las bolas chinas puestas. Podéis hacer los mismos ejercicios de Kegel con el complemento incorporado en la vagina. Y seguir el mismo ritmo: a medida que controles un peso, subir al siguiente.
¿Y qué gano a nivel sexual?
Realizando 15 minutos al día de ejercicio –pasivo, activo o combinado– descubrirás grandes diferencias: notarás los músculos más fuertes, la barriga más plana y mucho más control de la orina. Pero, ¿y a nivel sexual?
Los beneficios en el placer sexual también serán muy presentes. Ejercitar y fortalecer esta zona comportan dos avances básicos:
- Aumentar la propiocepción: que es nuestra capacidad de sentir e indicar a nuestro propio cuerpo cuáles son nuestras partes y cómo queremos que actúen. Este sentido regula la dirección el rango de movimiento, permite reacciones y respuestas automáticas e interviene en el desarrollo de la postura corporal y en la relación de este con el espacio (y con otros cuerpos, por ejemplo). Por lo tanto, esto significa que seremos mucho más conscientes de nuestra vagina o de nuestro suelo pélvico y lo controlaremos mejor cuando nos queramos masturbar o cuando tengamos una relación. Pensadlo: mujeres, ¿sois capaces de coger el pene con la vagina?
- Ejercitar esta zona también aumenta el riego sanguíneo en los tejidos de los órganos sexuales, lo que mejorará la sensibilidad de estos órganos y por tanto, la excitación y el placer que esta comportará. Y todo ello, solo haciendo ejercicio: sin cremas, ni complementos alimenticios, ni pastillas, ni nada que pueda traer efectos secundarios o contraindicaciones.