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El alcalde Joan Clos -poco antes o poco después de subirse al autobús con Carlinhos Brown- dijo una de sus grandes frases: "¡de casa se sale meado!". Ahora bien, en este aspecto el distrito de Ciutat Vella es más razonable que Clos, y ha iniciado una campaña de cartelería que advierte al 'pixaportes' -aquel que va por Barcelona meando por los portales, en contraposición del pixapins- que "eso no es un WC , mea donde toca". Y añade un código QR con la situación de los 34 urinarios públicos de que dispone Ciutat Vella. Lo advierte de buen rollo, con una carita sonriente en fondo amarillo pipí, que recuerda al Smiley del acid house.
Servidor hizo una pequeña encuesta subjetiva y sin valor cuantitativo: en el trayecto de la Plaza Real al Mercado de Santa Caterina, conté diez carteles, y todos escritos en catalán. Por un momento se me ocurrió que ésta fuera una campaña sólo dirigida al meapuertas autóctono. Desde el distrito de Ciutat Vella, me puntualizan que mi percepción es errónea: la campaña es bilingüe. Durante el mes de julio, habrá una encartelada con mil carteles bilingües (en catalán e inglés) y mil carteles más sólo en catalán. Y hasta septiembre, habrá tres encarteladas más: cada una de 1600 carteles, la mitad en catalán y la otra bilingüe. (Menos mal, porque si los anglófonos sólo ven el cartel en catalán, podrían pensar que es publicidad de Pixar).
Fuentes del distrito manifiestan que "Ciutat Vella ha hecho un gran esfuerzo poniendo lavabos en el espacio público. Y la campaña es para darlos a conocer y evitar que la gente mee en la calle". Y de hecho, si de día te encuentras muy atrapado, puedes entrar a hacer aguas menores o mayores en cualquiera de los 34 aseos públicos que hay en el distrito, y que se están indicados en este mapa.
La mayoría son equipamientos municipales, con predilección por las bibliotecas. Pero no olvides que tienes todo el derecho del mundo a entrar en el Registro Civil: tanto a inscribir a un bebé como para ir al baño, por ejemplo (¿no decían que dos tercios del sentido de la vida eran tener un hijo y plantar un pino?) . El problema de los urinarios de plástico estilo policlínico -como el que hay en la plaza de la Catedral-, es que no fomentan la confianza de la vejiga floja (añado yo). Con la ciudad estival en obras, parecen casetas para guardar el material. Claro que siempre será más eficaz eso que entrar a un bar a discutir el derecho de admisión sólo para ejercer la 'consumicción'.
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