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Hay momentos en los que hay que detenerse a escuchar lo que el cuerpo pide. Hacer un balance de los días, semanas y meses y tomar decisiones. Los propietarios del restaurante Sants es crema, Jordi Bernús y Alberto Garcia, lo saben bien: porque parando y escuchándose han decidido cerrar su local. El desgaste físico y anímico al que han llegado después de 6 años desde la apertura les ha llevado a tomar esta decisión, que se hará efectiva el próximo 9 de marzo. "Llega un momento en el que debes decir: 'hasta aquí hemos llegado'", nos cuenta Garcia, quien aparte de ser tabernero, también es abogado laborista. Después de años de aprendizaje y amor por el trabajo, los socios han perdido la motivación para seguir adelante.
Las puertas del Sants es crema abrieron el año 2017 con un proyecto culinario de degustación y alta cocina de brasa. Pero, cuando apenas el negocio arrancaba con fuerza, la pandemia irrumpió en el panorama. Ambos socios tuvieron que reinventarse, por eso cambiaron la idea principal para convertirse en un restaurante de bocadillos a la brasa. O más bien, bocadillos de autor con un toque de brasa. El cambio les funcionó y estaban contentos. Pero, de nuevo, un giro de los acontecimientos les ha hostigado: la subida de precios.
No es ningún secreto que el coste de vida ha aumentado. Cada vez vemos más locales bajar las persianas. Y si bien el cierre de este restaurante no es exclusivamente por este hecho, "la subida de precios disminuye el margen de beneficio", nos dice Garcia, quien añade que "para obtener lo mismo que antes, tienes que trabajar casi el doble".
Han descartado subir los precios, porque no lo encuentran justo para sus clientes. O puede ser por un tema emocional: porque la clientela nunca les ha fallado, tal y como asegura Garcia Moyano. Sea como sea, lo han resuelto con humildad. (Otros restauradores habrían optado por encarecer precios). "Jordi ha luchado como nadie", asegura su socio en esta aventura gastronómica de aires punk que se ha convertido en uno de los restaurantes más populares y queridos de Sants.
Para obtener lo mismo que antes, tienes que trabajar casi el doble y subir precios no era justo para los clientes
Tras el cierre, Bernús y Garcia descansarán. Pero les quedan años por delante, y están seguros de que seguirán trabajando en lo que más les llene, aunque no tengan ningún proyecto concreto.