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Que los establecimientos centenarios y emblemáticos de Barcelona están en peligro de desaparición es una obviedad. Pero hay veces en que la historia es mucho menos épica o triste que la guadaña de la gentrificación o la subida de los alquileres (dos factores que suelen ir juntos). La Fleca Els Àngels, aquella emblemática panadería con degustación y de imagen icónica en el Raval —ocupa la esquina de la calle dels Àngels con Elisabets, justo frente al Convent dels Àngels— se traspasa por jubilación. Si os interesa, solo tenéis que llamar al número del anuncio colgado en la puerta.

La propietaria, Juana Solé, que tomó las riendas del negocio junto a su marido en 1985, comenta que su intención "es traspasarlo y jubilarme; no sé si cuando eso ocurra la nueva propiedad mantendrá la panadería". En cualquier caso, la infraestructura está ahí: en el sótano tiene "una pequeña fábrica de pan artesanal como las de antes. Y trabajamos igual. Hacemos el pan por la noche y lo vendemos de día", explica.

La Fleca Els Àngels también está especializada en galletas: de arándanos, de piña, de pistacho, de nueces, de almendra o de chocolate. También encontraréis una buena selección de bollería, toda de producción propia, con la particularidad de que ninguno de sus productos está elaborado con grasas animales. Los precios de la cafetería son más propios del Carmel que de un establecimiento a 200 metros de la Rambla (aunque no así los precios del pan y la bollería).
En 2015 recibieron el premio de Establecimiento Comercial Centenario que otorga el Departamento de Empresa de la Generalitat a los "establecimientos y mercados municipales en activo que, a lo largo de cien o más años, han ofrecido un servicio de calidad y personalizado a sus clientes, adaptándose a los cambios en las necesidades de compra que se han producido a lo largo de su historia". Y, de hecho, eso es lo que todavía encontraréis si os dais prisa: una panadería-degustación con clientela local y enfocada al barrio, como si se hubiera quedado congelada en el año 1991.
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