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"Sin vosotros Pi i Maragall no será lo mismo"; "El barrio quedará huérfano de cultura" y "Qué lástima, sois unos referentes" son algunas de las reacciones que los usuarios han dejado en las redes sociales después de que la emblemática librería de Gràcia El Cuc anunciara que hoy, viernes 14 de junio, baja la persiana para siempre. Elena y Xavier abrieron la papelería hace 36 años en el número 35 de la calle de Pi i Maragall y, durante más de tres décadas, han sido todo un referente de la cultura del barrio. Según avanzó L'Independent de Gràcia el pasado mes de mayo, la falta de relevo generacional y la subida del alquiler ha forzado al matrimonio a cerrar su negocio para siempre.
"Gracias a todo el mundo por acompañarnos durante estos 36 años, compartiendo tantas Navidades, Sant Jordis, e incluso ¡una pandemia!": así comienza el emotivo texto que la pareja ha publicado en la cuenta de Instagram del negocio. "Hemos visto crecer a vuestros hijos y también nietos, hemos tenido el placer de conocer recién llegados al barrio, y todas y todos nos habéis hecho sentir tan queridos, que siempre, siempre os llevaremos al corazón", concluye el escrito. Las palabras de los propietarios han emocionado a sus clientes, que les han felicitado por el buen trabajo y les han "deseado muy buena suerte en su nueva etapa".
Según avanzó 'L'Independent de Gràcia', el propietario del local informó de que el alquiler que Elena y Xavier pagaban de 1.200 euros mensuales se dispararía hasta los 1.900 euros, ya que la intención del tenedor es "tirarlo y rehacerlo". El matrimonio también ha explicado que les habría gustado que la librería continuara, pero toda la gente que estaba interesada tampoco podía asumir la subida del alquiler.
Cada vez quedan menos negocios de barrio
El cierre de El Cuc ha indignado a los vecinos y las vecinas, quienes aseguran que "nos estamos cargando el barrio" y que cada vez hay menos negocios locales, ya que "los estamos dejando perder". La noticia llega solo unos días después de que otro negocio histórico de la ciudad también se despidiera para siempre. Después de 109 años en el barrio de Sant Andreu, el Bar Versalles bajó la persiana para siempre por las mismas razones que la librería de Gràcia. Además de la falta de relevo, el alquiler del local se disparó hasta los 10.000 euros mensuales, monto que el bar no pudo asumir.