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El ritmo de las modas gastronómicas en TikTok e Instagram es tan rápido que cuando queremos descubrir en qué consiste la penúltima tendencia, seguramente ya ha llegado el siguiente capítulo. La estética y lo fotogénico suelen mandar, pero por suerte algunas veces además de bonitas las propuestas resultan de lo más apetecibles.
Justo eso es lo que ocurre con las 'charcuterie boards', una forma fina de llamar a las tablas de quesos y embutidos que desde hace un tiempo arrasan en redes sociales. La clave no sólo está en una buena selección de productos, sino en saber colocarlos para que luzcan bien bonitos. Algo que dominan en Maison Aimee (Major de Sarrià, 63), una tienda de productos gourmets franceses en el barrio de Sarriá, donde bordan esto de las 'charcuterie boards'.
Pensadas tanto como servicio de catering como para pedidos domésticos más pequeños, hay de varios tamaños (a partir de cuatro personas) y con un precio a partir de 18 euros por comensal. Según explica Mélanie André, responsable de este proyecto, una tabla suele incluir media docena de tipos de quesos de diferentes intensidades y jugando con leche de vaca, oveja y cabra, dos tipos de terrinas, dos o tres embutidos, mermeladas, pasas, uvas, crackers...
Maison Aimee ofrece 600 referencias de productos artesanos seleccionados en origen
En realidad, los quesos y embutidos son solo una pequeña parte de la oferta de esta coqueta tienda en la que trabajan con pequeños productores artesanos franceses en exclusiva. Nada de tirar de catálogo de proveedores, nos cuenta André. Ella misma viaja, prueba y selecciona las más de 600 referencias que ofrecen, producidas por un centenar de artesanos con los que tratan de forma directa.
Una lista que incluye desde mermeladas, mostazas o pepinillos, a platos preparados, vino, champán, o galletas y pasteles. ¿Los grandes éxitos de la casa? Además de los quesos –que van rotando según temporada, aunque siempre hay un buen Comté disponible– y los vinos, el 'pâté en croûte' que les llega cada semana y que ya tiene muchos fans habituales. Dura poco, avisan.
Interesante selección -también para los no iniciados en gastronomía francesa, que seguramente aprenderán y descubrirán productos muy interesantes- y precios bien ajustados a la calidad y exclusividad del producto y a la promesa de pagar un precio justo a los productores.
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