[title]
El conseller de Interior de la Generalitat, Miquel Sàmper, ha anunciado que el PROCICAT aprobará este lunes nuevas medidas para frenar la propagación del virus en Cataluña. En este sentido, Sàmper ha avanzado que el gobierno catalán ha decidido cerrar los comercios de 24 horas a partir de las 10 de la noche. Esta nueva disposición afecta a tiendas de conveniencia, las anexas a las gasolineras y las situadas en municipios turísticos. En la misma entrevista ofrecida a Radio 4, el conseller ha garantizado que esta medida ha sido pactada con Comercio y con el Departamento de Empresa.
Con esta propuesta se pretende evitar el uso de medidas más restrictivas como el toque de queda. "Tenemos claro que en esta segunda ola debemos hacer terapia de la vía pedagógica. Debemos evitar llegar a soluciones tan negativas como sería un confinamiento perimetral.", ha asegurado Sàmper. Sin embargo, el conseller de Interior ha admitido que siguen con atención la evolución de estas medidas más restrictivas implantadas en Francia y Bélgica, aunque por ahora el Govern de la Generalitat "no contempla esta posibilidad".
Esta nueva medida del PROCICAT también persigue frenar los botellones de los jóvenes en los parques. Mediante el cierre de estos comercios de 24 horas a las 10 de la noche, el gobierno cree que evitaría el consumo de alcohol de los jóvenes en la vía pública y la aglomeración de personas que estos actos conllevan. Sàmper lo ha argumentado manifestando que "si tenemos los comercios cerrados por las noches, que es cuando la gente joven compra el alcohol para sus fiestas, también vamos reduciendo las opciones que se hagan estas fiestas".
En pie la posibilidad de un estado de alarma
Por otra parte, el conseller de Interior también ha reconocido la posibilidad de aplicar el estado de alarma en Cataluña. En caso de que la región llegue a las temidas cotas de 500 casos por 100.000 habitantes, el gobierno catalán no descarta aplicar medidas más restrictivas, siempre que se reciba el visto bueno de los tribunales de justicia, para limitar derechos fundamentales de los ciudadanos como la libre circulación.
Para evitar llegar a estos extremos, Sàmper ha apelado a la responsabilidad individual de la gente recalcando que "se puede engañar al conseller de Interior, pero no al virus". Según Sàmper, "la gente está haciendo trampas yendo a los restaurantes y bares de las provincias de Huesca, Teruel o Castellón", y, según consideran desde el gobierno, se arriesgan a provocar una mayor propagación del virus.