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La falta de zonas verdes en las ciudades tiene un impacto negativo en la salud de las personas que viven en ella. Un estudio publicado en la revista The Lancet Planet Health estima que mueren unas 43.000 personas al año por culpa de la ausencia de espacios verdes en las ciudades. En el caso de las ciudades españolas, el informe estimó que las muertes son de 3.809 personas al año, el 25% de las que tienen lugar en el Área Metropolitana de Barcelona.
Según este estudio, Barcelona está en una situación mucho peor que la capital española y está más alejada de las recomendaciones de la OMS, que estipulan que los ciudadanos deberían tener acceso a un espacio verde en una distancia lineal de 500 metros desde su domicilio, el equivalente a unos cinco minutos andando. Barcelona, sin embargo, tiene una alta densidad de población y los parques y las zonas verdes de la ciudad son dispersos, haciendo que las recomendaciones de la OMS sean imposibles de cumplir en la mayoría de casos. Así pues, se ha calculado que cada año mueren 924 personas en la AMB por causas relacionadas con la falta de acceso a zonas verdes.
¿Y cómo se llega a esta cifra? El estudio, realizado por el Instituto de Salud Global de Barcelona, surge de los datos de 978 ciudades europeas de 31 países seleccionados. Los investigadores se han fijado en el Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada, un indicador que tiene en cuenta la vegetación que hay en una determinada zona a partir de imágenes satélite, fijándose en árboles, arbustos, parques públicos y jardines privados. El estudio relaciona este índice con los datos de mortalidad por causas naturales de cada ciudad en el año 2015, para llegar a descubrir cuántas muertes se habrían podido evitar si las ciudades cumplieran con las recomendaciones de la OMS con respecto a las zonas verdes.
El estudio concluye que los espacios verdes en las ciudades se pueden asociar a la disminución de la mortalidad por causas naturales, ya que hay muchísimos beneficios que provienen de tener una zona verde cerca de casa: la posibilidad de hacer ejercicio al aire libre, la disminución de la contaminación o los efectos positivos en la salud mental.