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Aunque ha habido más donantes que nunca, el porcentaje de las negativas en familias han subido del 18% al 22%, un dato causado, entre otros motivos, por el aumento de donantes de muerte en asistolia, personas con funciones cardiorrespiratorias paros de forma irreversible, pero a quienes aún no se ha certificado la muerte encefálica. "Estamos al final de la vida, pero la persona todavía no ha muerto. El contexto es diferente y para las familias aún es más difícil", según ha avanzado a la ACN la doctora Núria Masnou, médica intensivista y coordinadora de trasplantes de 'Hospital Josep Trueta de Girona.
Los donantes de muerte cerebral fueron 169, cinco más que en 2022, y los de muerte en cardíaca, 215, 22 más que el año anterior. Los datos muestran el cambio de perfil de la persona que dona al morir, con más donantes de muerte en cardíaca que encefálica. Esto también comporta una situación diferente para las familias que deben decidir. "Es muy complejo ser capaz de racionalizar y decidir cuándo estás sobrepasado. Seguramente esto está muy relacionado con el aumento de negativas. Porque también hacemos muchas más propuestas que antes", ha asegurado Masnou.
Tipo de trasplantes
Los trasplantes renales también marcaron un nuevo récord con casi 1.000 intervenciones. Hay dos equipos que han realizado más de 200 operaciones al año: el Hospital Clínic, 230, y Bellvitge, 213 por segundo año consecutivo. El Vall d'Hebron es el hospital que más intervenciones ha realizado, 399, y es el único que cuenta con programas de trasplante de adultos y pediátricos.