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¿Tienes un Buff? Cualquier persona -y más aún si le gusta el deporte al aire libre- sabe exactamente a qué te refieres cuando le pides esto. Y es que Buff -un divertido diminutivo de bufanda- es la marca de referencia de los tubos de tela circulares sin costuras -técnicamente, los tubulares- que te protegen de las inclemencias del tiempo. ¿Quién no tiene alguno en un cajón? Si nunca te habías planteado cómo apareció esta prenda en nuestras vidas, te lo contamos en cuatro puntos.
1. Espíritu aventurero
Entramos en el túnel del tiempo y nos plantamos en el año 1992. Una de las pasiones de Joan Rojas era hacer rutas en moto por las montañas de Cataluña. Las disfrutaba mucho, pero le enfadaba no encontrar nada que le protegiera el cuello del frío y del viento. Así que se lo inventó. También hay que decir que ser de una familia de la Anoia con tradición en el sector de la confección textil jugó a su favor. La cuestión es que fabricó los primeros prototipos de tubulares, los bautizó como Buff y el éxito fue inmediato porque los practicantes de deportes al aire libre apreciaban una prenda tan práctica, cómoda y versátil. Y es que si te la pones en la cabeza, ¡también te protege del sol!
2. Buff se expande
La buena acogida de los tubulares hizo que Buff fuese abriendo su abanico de productos. Así llegaron las balaclavas, una versión de los tubulares que cubre la cabeza, el cuello y media cara a la vez, también las bandanas, las diademas de deporte, las mangas de brazos y las gorras, uno de los elementos estrella de Buff junto a los tubulares. De hecho, ofrecen muchos tipos de gorras: plegables, estilo pescador, con tejido de rejilla, de béisbol... Este crecimiento ha ido acompañado de una apuesta cada vez más fuerte por las tendencias, jugando con colores, estampados y tejidos innovadores. La verdad es que no hace falta que seas deportista para usar Buff, sólo tener buen gusto. ¿Sabías que también producen bufandas de lana merino y sombreros de punto rollo hipster?
3. El gran compromiso
Cuando una empresa crece siempre hay tentaciones de deslocalizar, pero en el caso de Buff ha sido todo lo contrario. Siempre han tenido muy claro su responsabilidad con la sociedad y el medio ambiente. Por eso, en sus instalaciones de Igualada, donde también está integrado el departamento de diseño, se fabrica el 90% de sus productos, muchos de ellos con materiales naturales y reciclados. Y una curiosidad eco: el proceso de confección del tubular está tan perfeccionado que no genera ningún residuo textil.
4. Puntos de venta
El universo Buff lo encontrará en todo su esplendor en la web buff.com (que además te permite navegar en catalán). Ahora bien, si prefiere tocar y remover, en Barcelona hay varios puntos de venta relacionados con el deporte, como las tiendas Cuylàs, en Sant Gervasi, y Barrabés, Vertic y Outdoor Barcelona, las tres repartidas por el Eixample. Por supuesto, también encontrarás Buff en centros comerciales como L'Illa Diagonal y El Corte Inglés. Y si sois de aquellos que cuando viajan se olvidan de la gorra, el sombrero o el mismo tubular... ¡calma! También tienen dos tiendas propias en el Aeropuerto de Barcelona, en la T1 y la T2. Aquí os dejamos todas las direcciones.
- Cuylàs - Via Augusta, 37, Sarrià-Sant Gervasi, 08006 Barcelona
- Barrabés: C/ de Roger de Llúria, 77, 79, Eixample, 08009 Barcelona
- Vertic: C/ de Rocafort, 135, L'Eixample, 08015 Barcelona
- Outdoor Barcelona: Gran Via de les Corts Catalanes, 636, L'Eixample, 08007 Barcelona
- El Corte Inglés: 617-619, Av. Diagonal, Les Corts, 08028 Barcelona