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Esta Navidad nos faltarán muchas cosas que durante años hemos dado por garantizadas. Una más: no habrá pesebre en la plaza de Sant Jaume. Y esto será así, según ha explicado el teniente de alcalde de Cultura Joan Subirats, porque la pandemia dificultaba esta instalación al aire libre: "Es de fácil acceso y genera aglomeraciones", ha dicho. O sea que este año nos vamos a perder ese clásico barcelonés de las colas de gente desfilando alrededor del pesebre y poniendo a parir la Natividad (si es que eso es posible), bien sea por lo que se piensa que ha costado o por considerar abyecta la estética del objeto.
Eso sí, no nos quedaremos sin pesebre, sino que tendremos más que nunca: para equilibrar esta carencia, el Consistorio montará una exposición con los pesebres de los últimos diez años en el patio del Ayuntamiento. O sea que ya tenéis excusa para acercaros al centro y recordar que es Navidad.
Y por encima de todo significa que podremos volver a ver –y criticar– 'hits' como el del año 2019, aquel de Paula Bosch que reproducía las cajas con los objetos navideños a punto de salir de su letargo; o aquel otro de las sillas gigantes, con un babero enorme que ponía 'Nen Jesús'.
Y los fans irreductibles de la imaginería pesebrista –es decir, los que se quedarán sin poder dar vueltas en bucle criticando la instalación– que no sufran, que Subirats ha asegurado que el Ayuntamiento mantendrá la apuesta por los pesebres tradicionales, que se seguirán pudiendo ver en el Museo Frederic Marès y en el Monasterio de Pedralbes.