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El cierre del emblemático Cine Comedia de paseo de Gràcia programado para el próximo domingo 14 de enero ha caído como un jarro de agua fría entre los aficionados al séptimo arte. La noticia viene a agravar algo preocupante, el centro de Barcelona se está quedando sin salas de cine.
Si queremos ver una película por los alrededores de plaza Catalunya y Ciutat Vella sólo nos quedan tres opciones de cine de estreno, el Aribau Cinema, el Renoir Floridablanca y el Maldà. La Filmoteca del Raval, por supuesto, juega en otra liga.
El Renoir Floridablanca, en el barrio de Sant Antoni, ocupa el espacio del cine de autor y las películas en versión original, con siete salas disponibles. El pequeño Maldá también ofrece cine más allá de los parámetros de la comercialidad estricta. El Aribau, por su parte, pertenece al Grupo Balañà y ofrece 1.100 asientos en sus múltiples salas. Aparte de ser, a partir del domingo, la última referencia del cine de estreno para el gran público, también acoge a la mayoría de los festivales de cine, que se han quedado sin muchas más opciones para tener sede.
El cierre del Comedia se añade a otros cierres del grupo Yelmo, el cine Icària de Poblenou , que se produjo el pasado verano. También fue doloroso el cierre del Club Capitol en la misma Rambla. Y es que, en el centro de la ciudad, en los últimos 14 años han cerrado siete salas de cine.
¿Qué cines quedan en Barcelona?
Aparte de los Aribau, Maldà y Floridablanca, Barcelona conserva los Arenas Multicines, los Boliche, Cines Girona y los Cinesa, que tienen salas en los centros comerciales de Diagonal, Diagonal Mar, en Heron City y La Maquinista. También hay multisalas en Glòries y Gran Sarrià. Sobreviven salas de autor como el Zumzeig Cinema y especiales como el Phenomena. Y Gràcia se corona como el barrio más cinéfilo gracias a los Verdi, Verdi Park y Mooby Bosque.
¿Qué cines han cerrado en el centro de Barcelona?
Antes del cierre del Club Capitol, situado en la Rambla, ya habían corrido la misma suerte los Cines Méliès en la calle Villarroel, conocidos por su apuesta por el cine de autor. En 2018, también bajaron las persianas el Aribau Club, razones empresariales esgrimió el Grup Balañà. El Club Coliseum dejó de proyectar películas el 31 de julio de 2014.
Antes, otros históricos como los Cines Urgell (1.800 localidades) dejaron de operar en el 2013, ahora son un supermercado. Ese mismo año cerraron los Cines Alexandra en la rambla de Catalunya. Defunciones añadidas a otras salas del tan especulado centro de la ciudad, como el Cine Rex en la Gran Via, cerrado desde 2010, con 70 años de históricas proyecciones; o el Palacio del Cine de Via Laietana, que fue derribado el año pasado para construir oficinas y un bajo comercial.
Tiempos complicados para los amantes del cine auténtico, el de la sala a oscuras y la pantalla grande.