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Las imágenes de las playas de Barcelona llenas hasta la bandera a pesar de que se recomendó no pisarlas, ha llevado al Ayuntamiento de la ciudad a tomar una nueva decisión. El aforo de las diez playas de Barcelona se reduce un 15%. Es decir, la ocupación máxima será de 32.000 personas en vez de 38.000 como hasta ahora. Es una medida que evitará también las colas o que sean menos largas, facilitará la separación entre los usuarios y no provocará el éxodo de personas hacia otros municipios.
El sistema de cálculo será el mismo que hasta el momento, a través de dieciocho videosensores que hay instalados las playas de la ciudad y que se pusieron en marcha el 8 de junio y que funciona con unos indicadores por colores muy sencillos que se pueden consultar en la web barcelona.cat/platges. De hecho, para no tener sorpresas, desde el consistorio recomiendan que se consulte la web antes de desplazarse hasta la playa y encontrarla cerrada.
- Indicador verde: ocupación baja de menos del 40%.
- Indicador amarillo: ocupación normal entre un 40% y un 60%.
- Indicador naranja: ocupación alta entre el 60% y el 80%, se recomienda ir a playas con menor afluencia y se empieza a regular el acceso en aquella playa.
- Indicador rojo: ocupación muy alta, de más del 80%. Se cierra el acceso a la playa.
Además de consultar la web y hacer caso de los indicadores, el servicio de megafonía anuncia el nivel de ocupación de la playa y los informadores e informadoras explican otras buenas prácticas que debemos tener presentes como no concentrarse en la zona más cercana al agua y distribuirse por toda la arena, grupos de 10 personas como máximo y que sean de núcleos estables, estar menos horas y evitar las franjas de más ocupación, que son los viernes y el fin de semana de las 16 a las 20 horas.