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Tres años después, Barcelona está dejando atrás ya todos los efectos causados por la pandemia. Muchos sectores de la ciudad ya están muy cerca de llegar a las cifras y actividad prepandémica, como es el caso del Aeropuerto del Prat y el Port de Barcelona. Ahora, Barcelona ha dado otro paso adelante y ha retirado los últimos 25 bloques de hormigón que acogieron las terrazas excepcionales instaladas durante la Covid-19.
La retirada de estos elementos provisionales se inició hace unos meses y este viernes 29 de diciembre la ciudad ha dicho adiós a los últimos que quedaban en el Eixample. Esta actuación forma parte del Pla Endreça para garantizar el aprovechamiento y el buen uso del espacio público. El concejal del Eixample, Jordi Valls, ha asegurado en nota de prensa que "Barcelona habrá retirado ya las 3.000 New Jersey" y ha añadido que "las que quedan están legalizadas y en proceso de control e inspección normal por parte del distrito".
Estos últimos bloques de hormigón han tardado más de lo previsto en marcharse, ya que se presentaron recursos que, una vez denegados, han podido retirarse para liberar el espacio. En concreto, se han sacado bloques de hormigón y pilones amarillos de emplazamientos repartidos en las calles Rosselló, Bailèn, Floridablanca, Provença, Sepúlveda, Trafalgar, Enric Granados, Sardenya i Provença y las avenidas Mistral y Paral·lel.
Terrazas pendientes de retirar
Con la actuación en el Eixample, solo quedan pendientes dos terrazas con bloques de hormigón para retirar en toda la ciudad, concretamente en Nou Barris y Sant Martí. Estos son dos casos excepcionales que todavía están pendientes de resolución de recursos y la previsión es que se retiren a principios de año.
Actualmente, han desaparecido del espacio público las 1.550 terrazas provisionales en calzada instaladas a raíz de la pandemia y que se situaron en espacios como cordones de aparcamiento, carriles de circulación y chaflanes delimitados con elementos provisionales para garantizar la seguridad.