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Manifesta es una organización creada en los años 90, con base en Amsterdam, que organiza bienales a diferentes ciudades europeas para acercar la cultura y el arte a la ciudadanía y debatir sobre sus implicaciones sociales. Hoy se ha dado a conocer que Barcelona y diez ciudades de su área metropolitana, entre las que se encuentran Mataró y L'Hospitalet de Llobregat, han sido las elegidas para acoger la 15ª edición que tendrá lugar en 2024. Esto supone una internacionalización por la ciudad de Barcelona y una oportunidad para "impulsar el tejido cultural catalán", según ha declarado la alcaldesa Ada Colau en la rueda de prensa que se ha celebrado el 3 de diciembre.
Repensar el mundo a través del arte
Manifesta es un evento que se alarga dos años en el tiempo, por lo que permite crear un impacto más real y fructífero para la ciudad anfitriona. Además, durante el tiempo que la ciudad es sede de la bienal se organizan actividades relacionadas con el arte y la sostenibilidad que reflexionan sobre el mundo en que vivimos. Según Colau, este éxito demuestra que Barcelona "es una ciudad comprometida con la cultura". Una buena noticia que llega en un momento complicado tras las restricciones debido al coronavirus.
La cultura en tiempos de pandemia
La directora de Manifesta, Hedwig Fijen, también ha estado presente en la rueda de prensa y ha querido recalcar que este año es un momento de transición y que esto también ha obligado a reformular el punto de vista de la plataforma holandesa, centrándose en el impacto del arte en tiempos post Covid.
Marsella, que ha sido la sede europea de este 2020, ya ha tenido que adaptarse a esta nueva realidad y ha sentado las bases de las futuras anfitrionas que abordarán las consecuencias de la pandemia en el arte y la sociedad. Sin embargo, justo antes de llegar a Barcelona, la Bienal viajará hasta la capital de Kosovo, Pristina en 2022. Este margen de cuatro años ofrece al Ayuntamiento de Barcelona la posibilidad de trabajar con detenimiento sobre todo el plan de innovación estructural que pretende hacer de Barcelona, "un lugar donde valga la pena vivir", tal como confesaba la alcaldesa Colau.