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Seguramente la música sea una de las cosas que nos mantienen en una paz relativa estas semanas. Desde grandes óperas que se pueden ver en línea a instagramers que nos hacen reír cada día con su música.
Pero ¿cómo suena en sí el virus? Es una pregunta muy abierta a la imaginación y que para la mayoría sería una melodía lúgubre, siniestra.
Sin embargo, investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) han conseguido una respuesta científica. Han asignado una nota musical a cada aminoácido del virus, la llamada técnica de sonificación. Además, la vibración molecular se representa con melodías cambiantes equivalentes a la geometría jerárquica de la proteína.
El experimento ha sido liderado por el profesor Markus J. Buehler, que tuvo la idea de ejecutar la melodía con un koto japonés de 13 cuerdas, junto a campanas y flautas, aunque en realidad podría haberse utilizado cualquier otro instrumento.
“Si bien no podemos ver objetos nanoscópicos como proteínas u otras moléculas que componen la materia viva, incluidas nuestras células, tejidos y patógenos como los virus, nuestro algoritmo computacional nos permite hacer que su manifestación material sea audible", ha explicado Buehler. "Esta pieza es una representación musical de la secuencia de aminoácidos y la estructura de la proteína espiga del patógeno de COVID-19″.
El resultado es muy curioso. Una pieza de casi dos horas de música que Buehler ha bautizado con un nombre poco pegadizo: 'Contrapunto Viral de la Proteína de la Espiga del Coronavirus', y que medios musicales como el New Music Express ya han comparado con el sonido de artistas como Björk o Four Tet.
¿Se convertirá en el 'hit' del verano?