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Los pisos contenedor o APROP ya son una realidad y el Ayuntamiento ha anunciado que los primeros inquilinos entrarán después de las fiestas de Navidad. La noticia llega acompañada de fotografías e información como la que el bloque incluye 12 pisos (de 60 y 30 m2) y podrán vivir hasta 32 personas y familias en situación de vulnerabilidad del barrio. Lo que en un inicio era una pila de contenedores reciclados del puerto, con sus paredes oxidadas y sus números de serie, ahora ha cogido la forma de un edificio en medio de Ciutat Vella. La prueba piloto de APROP, inspirada en una propuesta de éxito en ciudades del mundo como Amsterdam o Vancouver, llega para intentar paliar la falta de vivienda social que sufre la ciudad y que supone dejar en la calle, o en situaciones de emergencia residencial, cientos de familias de la ciudad.
Así son por dentro
Según lo que hoy ha avanzado el Ayuntamiento de Barcelona a través de sus redes estamos ante pisos muy pequeños, máximo dos habitaciones, pero espacios equipados y listos para entrar a vivir. Disponen de cocina equipada con electrodomésticos, baño, una sala de estar con sofá, mesa y sillas y, también, habitaciones con camas, armarios y cajoneras. El Ayuntamiento ya ha confirmado que en los bajos del edificio se ubicará el CAP del Gótico.
¿Qué son los APROP?
Las trabas burocráticas han retrasado considerablemente lo que era uno de los proyectos estrella del primer mandato del gobierno de Ada Colau. Abanderada del acceso a la vivienda, Colau llevaba los APROP como una de las propuestas para resolver el déficit de vivienda que vive la ciudad y los puso sobre la mesa con 3 bloques para construir. La realidad es que en pleno segundo mandato sólo se ha construido el de Ciutat Vella, aunque ya se anuncia la licitación de obras para el 2020 del segundo edificio de APROP, en este caso en la calle Bolívia (Sant Martí), con 42 alojamientos y un huerto urbano incluido. Este tipo de viviendas son innovadoras sobre todo por su condición desmontable y la rapidez con que se construyen, el de Ciutat Vella se ha levantado en menos de un año.
El Ayuntamiento espera que el proyecto APROP, desarrollado a lo largo y ancho de la ciudad, dé respuesta temporal a aquellas familias desalojadas, a la vez que se complemente con políticas de vivienda para atender la situación de gran demanda de pisos a precios asequibles y la presión de la gentrificación.