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El futuro ya está aquí. Los desafíos que hemos tenido que afrontar como sociedad global en los últimos meses han acelerado algunos de los cambios más importantes que vivirá esta generación. En un instante de importantes transformaciones, es momento de pensar hacia dónde queremos ir y cómo tiene que ser el mundo de mañana. Por eso nos fijamos en el proyecto del arquitecto valenciano establecido en Barcelona Vicente Guallart, que acaba de ganar un concurso internacional promovido por la nueva área de Xiong'an, cerca de Pekín, que buscaba saber cómo serán las casas del futuro.
El proyecto quiere encontrar un modelo de vivienda que dé respuestas a los desafíos que ya tenemos como sociedad. Bautizado como "la ciudad autosuficiente", se trata de cuatro manzanas ideadas para vivir, trabajar y descansar, pensadas incluso para hacer frente a crisis sanitarias, energéticas y alimentarías. Construcciones, en definitiva, preparadas para superar confinamientos como el que acabamos de pasar.
Casas autosuficientes
"No podemos seguir diseñando ciudades y edificios como si nada hubiera pasado", explica Guallart. "En los últimos tiempos están pasando fenómenos de escala mundial que nos obligan a repensarlo todo".
En este sentido, el conjunto de los edificios están preparados para producir alimentos, energía y también objetos de uso diario a partir de la producción de máquinas en 3D. Por esta razón, todas las viviendas están cubiertas por invernaderos con huertos urbanos que producen alimentos. Finalmente, las terrazas inclinadas también sirven para producir y ahorrar energía.
Pensadas para teletrabajar
Las cuatro manzanas se construirían con maderas siguiendo los principios de bioeconomia circular y combinan los espacios privados y públicos. Las viviendas cuentan también con todos los servicios integrados de la tecnología 5G y están pensados para que la gente pueda teletrabajar.
"Desarrollamos este proyecto durante el confinamiento", continúa Guallart "cuando todo el equipo trabajaba desde casa y decidimos incluir todos aquellos aspectos que podrían hacer nuestra vida mejor, de forma que se pudiera definir un nuevo estándar a aplicar en China, en España o en cualquier país del mundo".
El concurso ha recibido más de 300 proyectos destinados a definir los estándares para los edificios de una nueva ciudad situada a 100 km de Pekín, que se construirá con altos criterios ecológicos como una fusión del urbanismo chino y europeo.