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El verano es una época de renovaciones en la ciudad. Para tenerlo todo listo para la vuelta a la rutina, Barcelona ya ha comenzado algunas de las obras de renovación en varios tramos del transporte público, que afectarán sobre todo a las líneas L5, L2, L4 y L10 Norte de metro. Además de los trabajos de rehabilitación, el Ayuntamiento también ha anunciado que se ha finalizado la redacción del proyecto que reurbanizará la Diagonal entre paseo de Sant Joan y la avenida Sarrià. Según han explicado, el proyecto permitirá la unión de las dos redes de tramo de la zona y convertirá la avenida en un espacio más cómodo para los peatones y más espacios verdes.
Se trata de "un proyecto ambicioso que implicará una gran transformación de la Diagonal y hará que la avenida se convierta en uno de los grandes ejes de movilidad sostenible de Barcelona", aseguró la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet. A pesar de que esta parte del proyecto se ha acabado de redactar ahora, la primera fase de conexión de las dos redes, entre la plaza de las Glòries y Verdaguer, comenzó unos meses atrás y ya se encuentra en período de pruebas para poder empezar en dar servicio este otoño. Esta primera fase también ha reurbanizado una parte de la avenida Diagonal, entre la calle de los Castillejos y el paseo de Sant Joan, que también se estrenará a lo largo de este verano.
El proyecto, pues, hará posible la segunda y última fase de la conexión del Trambaix y Trambesós, ya que el Govern necesitaba los documentos este julio para salir adelante con los plazos fijados. Este es uno de los tres proyectos que hacen falta para poder finalizar la unión de los tranvías: los otros dos corresponden a un ejecutivo que depende de la iniciativa municipal y otro que deberá tramitar la ATM para la construcción de las tres paradas nuevas en Diagonal /Cinco de Oros, Balmes y Casanova. Una vez se aprueben los tres trámites y los próximos presupuestos del Ayuntamiento y la Generalitat, las obras tendrán una fecha oficial de inicio.
¿Cómo será la nueva Diagonal?
Lo que es una de las vías más emblemáticas de Barcelona se convertirá en una calle mucho más amable para pasear e ir en bicicleta, puesto que la zona peatonal se ampliará en 16.000 m² y la de las áreas verdes en 18.900 m². Sin embargo, la actuación no se hará de golpe, sino que se hará en tres tramos con actuaciones diferentes: entre paseo de Gràcia y paseo de Sant Joan, entre paseo de Gràcia y la plaza de Francesc Macià y entre la plaza de Francesc Macià y la avenida de Sarrià.
El tramo entre paseo de Gràcia y paseo de Sant Joan dará continuidad a las obras de la primera fase y renovará toda la avenida con la plataforma tranviaria y un amplio carril bici bidireccional de 4 metros en el centro. También se ampliarán las aceras laterales actuales de 2 metros hasta unos 7,5 y el tráfico motorizado privado se reducirá a dos carriles por sentido situados en entre las dos hileras de árboles de cada lado. En este ámbito, también habrá una parada nueva de tranvía situada entre el paseo de Gràcia y Pau Claris.
La zona entre paseo de Gràcia y la plaza de Francesc Macià mantendrá las aceras actuales de unos 7,5 metros de ancho, por lo que solo se actuará en el tronco central de la avenida. Ambos laterales pasarán a tener dos carriles de circulación cada uno, y los carriles bici pasarán a ser bidireccionales de 4 metros en el tronco central de la avenida, donde también se ubicará la plataforma del tranvía con las paradas nuevas previstas de Balmes y Casanova. El tercer tramo, entre la plaza de Francesc Macià y la avenida de Sarrià, se reformará la parte perimetral de la plaza de Francesc Macià para renovar las aceras, poner nuevo arbolado y modificar el carril bici bidireccional para que dé la vuelta a toda la plaza.