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Después de implantar las supermanzanas en Poblenou, San Antonio y Horta, el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido que el modelo de Supermanzana -para algunos un éxito, para otros un atentado contra la movilidad y el comercio- se implantará en todo el distrito del Eixample. Esto significa que reorganizará la movilidad de la mayoría de sus calles, generando nuevos ejes verdes y nuevas plazas en sus cruces.
Este modelo se aplicará, de entrada, en Consell de Cent, Girona, Rocafort y Comte Borrell. Estos cuatro primeros "ejes verdes" –según los denomina el consistorio, con cuatro plazas nuevas– son un primer paso. El horizonte final fija la creación de 21 ejes verdes (33 km) y 21 plazas que generarán 33,4 hectáreas de espacio para peatones y 6,6 de verde urbano, por lo que una de cada tres calles sea un eje verde y cada vecino y vecina tendrá uno de estos ejes o una plaza a 200 metros de su casa.
Después de las feroces críticas al urbanismo táctico y a la estética Supermanzana -y de hecho, no hay un 'branding' común de espacio público entre Poblenou o San Antonio, por ejemplo- cuatro equipos de arquitectos seleccionados por el Ayuntamiento trabajan para concretar un único modelo de espacio público para los futuros ejes verdes, y que será el que se aplique a las cuatro calles citadas.
El modelo de calle de Barcelona del siglo XXI: 7 cambios radicales
Según el plan del Ayuntamiento, "se pasará de calles pensados para los coches a las calles pensados para las personas, invirtiendo por completo las prioridades y los usos". Y estos serán los cambios principales.
- Se priorizará de manera "absoluta" al peatón. Los vehículos, "agentes invitados", deberán circular a baja velocidad y sin recorridos rectos (supermanzana 'style', vaya).
- Los ejes verdes serán de plataforma única, sin barreras de altura entre acera y calzada. El asfalto desaparece y el pavimento principal será el 'panot'.
- Las calles afectadas por el rediseño pasarán a tener una superficie de al menos un 10% de verde frente al 1% actual (prometen hasta 4.000 árboles nuevos, en medio de la calle).
- Se implementará un subsuelo que posibilite la eficiencia energética y que favorezca el crecimiento vegetal, recogiendo el agua de la lluvia. También incorporarán sistemas fotovoltaicos para generar electricidad para el alumbrado de la calle.
- Accesibilidad total para favorecer el paso y la estancia de cualquier colectivo. Para facilitarlo, habrá elementos como enrutadores, botonaduras, semáforos, indicadores de paso, etc.
- Se pasará de una iluminación pensada para la circulación de vehículos a "una iluminación a escala humana". Las nuevas farolas serán más bajas, y se situarán en lugares centrales de la calle, "para favorecer los usos sociales".
- Nuevo mobiliario urbano. Los detractores ya pueden mojar pan: habrá más bancos, fuentes, mesas y cada tramo de calle tendrá un espacio de estancia y un espacio para el juego infantil.
Según el Ayuntamiento, el nuevo modelo supondrá un factor de reactivación económica: "Fomentará la vida comercial de fachada a fachada, gracias a la plataforma única y la desaparición de la barrera que suponen los carriles de circulación". El objetivo es iniciar las obras de los cuatro ejes verdes en junio de 2022 y terminarlas el primer trimestre del 2023. El Gobierno municipal invertirá 37,8 millones de euros en estas primeras transformaciones, de los que 32,8 serán para la ejecución de los ejes verdes y 5 para las plazas.
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