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Ya han terminado las obras de restauración de cuatro edificios de entre 1904 y 1915 ubicados en el muelle Oriental, en el Puerto de Barcelona, que habían empezado hace más de un año. Se trata de los tinglados, unos edificios históricos que se han rehabilitado para acoger actos y eventos culturales. Antes, tres de ellos servirán de punto de encuentro durante la Copa América para la Comunidad Portuaria y el otro será la estación marítima del nuevo bus náutico.
Los 'tinglados', que en sus inicios eran almacenes, se construyeron a inicios del siglo XX con el objetivo de dar respuesta a las necesidades surgidas por el desarrollo industrial de la época, que coincidió también con la ampliación del Puerto de Barcelona. Con los años, han sufrido diversas intervenciones para adaptarse a las urgencias de cada momento. En este sentido, esta última transformación se ha llevado a cabo con el objetivo de atraer la actividad cultural al recinto y, al mismo tiempo, preservar el patrimonio del Puerto y abrir a la ciudadanía más espacios.
Los edificios, que serán gestionados y comercializados por la gerencia urbanística Port Vell, se han bautizado haciendo referencia a sus usos originales: La Carbonera, que funcionó como almacén de carbón y para depósito de botes y embarcaciones menores; La Carpintería y El Taller. El último, el más pequeño, será la estación del futuro bus náutico.
Las obras han costado 7,3 millones de euros y hLos tinglados, antiguos almacenes del puerto, se han rehabilitado para acoger actos culturalesan actuado de forma integral en los cuatro espacios. El Port de Barcelona ha asegurado que se ha mantenido la estética original al tiempo que se ha trabajado para integrarlos entre ellos. Por ejemplo, dos de los edificios que originalmente eran independientes se han unificado con unos pórticos. También se han renovado las cubiertas y forjados y todas las instalaciones se han actualizado en el ámbito normativo, para dotarlas de la máxima versatilidad de cara al futuro.
Transformación del Port
Estas obras se enmarcan en el gran proyecto de transformación del Port Vell, que coincide con la celebración de la Copa América. Con una inversión de 120 millones de euros y la puesta en marcha de una veintena de actuaciones, los recintos se han ido preparando para el gran evento.