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No es lo mismo abrir un restaurante siendo un novato en la cocina que hacerlo, siéndolo, y además youtuber famoso. Esttik, un joven malagueño de 29 años, residente en Andorra, y que acumula casi cuatro millones y medio de seguidores en su canal de Youtube, acaba de abrir la hamburgueseria Smash Hiro (Floridablanca, 148), en el centro de Barcelona, el 15 de enero. "El primer día vinieron unas 600 personas, y ahora el ritmo de clientela es de unas 300 los días laborables", me explica, sentados frentes a unas 'smash burgers', la especialidad de la casa.
Esttik se ha hecho famoso a base de colgar retos de comida en sus redes, tales como comerse un bocadillo de un metro o una pizza gigante de tres quilos y medio (algo que a priori contradice la hercúlea anatomía que gasta el tipo). Hay que decir que estas credenciales no fomentan la confianza en un restaurante acabado de abrir. ¿Tiene experiencia como cocinero? Hasta hace dos años "no sabía freír ni un huevo. Pero me encerré dos años para aprender a hacer 'smash burger', fue una obsesión casi enfermiza" me cuenta.
Estuve dos años encerrado aprendiendo a hacer hamburguesas
Uno podría pensar que Esttik pone su nombre y difunde contenido en redes, pero me presento sin previo aviso y me lo encuentro haciendo hamburguesas como un loco. "Llevo 20 días encerrado formando al equipo", explica. Smash Hiro ocupa el inmueble de una hamburguesería que cerró, frente el cine Renoir, y está ambientada en homenaje a los años 80, a los ordenadores de 48 kb, a las primeras videoconsolas y a los juegos de arcade. A la una del mediodía de un martes hay una cola de 10 metros en la puerta, que van gestionando a base de abrir un cordón.
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La mayoría son chavales seguidores suyos. Pero hay gente de mi edad, también. César y David son dos cuarentones "ejecutivos de finanzas", me cuentan. Han venido porque les encanta la 'smash burger', "y esta es la mejor con diferencia. El efecto Maillard está muy bien conseguido, es crujiente, jugosa, la combinación de grasa y carne madurada es excepcional. Sin duda la mejor 'smash burger' que no es de delivery. Nos hemos cogido el día libre para venir aquí", me cuentan. (el efecto Maillard es una manera fina de definir la reacción química que carameliza la carne a la plancha).
Aquí se comen 'smash burgers', aquellas que se hacen chafando una pelotita de carne contra la plancha y quedan como láminas finas tostadas. Cuestan 13 euros cada una, y el menú (con patatas y bebida) va a 15 (patatas fritas solas a siete euros). No son baratas en absoluto, si tenemos en cuenta que instituciones como La Real, Acero o Bar Centro ofrecen lo mismo a precios inferiores. "Intento dar el mejor producto por un precio cerrado de 15 euros", explica Esttik, que argumenta que "solo utiliza partes nobles de vaca vieja, no de ternera, ni grasa añadida".
Pues vamos allá. Me zampo una Big McFly ("2x100 de carne smasheada, queso cheddar, lechuga en tiras, cebolla troceada, pepinillo y salsa McFly, es un homenaje a las hamburguesas de McDonald's, pero en bueno y casero") y sin lugar a dudas está bien buena, el sabor está bien aglutinado y es jugosa y crujiente. Es gordota, pero no se te deshace en las manos. Pero la incomodidad de esperar hora y media para comer una buena hamburguesa a 13 euros supera, con creces, el valor añadido de tener a un youtuber famoso chafando ternera para ti.
Claro que para los fans más 'hardcore' de Esttik esto es un plus. (en la cola está Marcos, un chaval de 19 años que viene con toda su cuadrilla de Madrid, por ejemplo). En todo caso, servirá para que los que desconozcan el fenómeno de los youtubers se den cuenta de que hay una galaxia paralela en la que habitan millones. ¿Habrá más Smash Hiros? "Seguramente abriré otra en Andorra, que me saldrá más a cuenta. No te puedes ni imaginar la barbaridad de impuestos que se pagan en España al abrir un restaurante".
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