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Si eres de los que no se pierden un mercado vintage en Barcelona y te gusta rebuscar entre cientos de prendas hasta encontrar la joya que lleva tu nombre, es muy probable que te suene el nombre de Arepa Queer. La Puça del Clot, el Flow Y2K Street Market, el Viva Vintage Market… Javier Sánchez, el fundador de Arepa Queer, es un experto en ropa vintage de las décadas de 1990 y 2000 y se ha convertido en uno de los vendedores más esperados en los diferentes markets de la ciudad. Ahora, sin embargo, para conseguir una de sus prendas no tendrás que esperar a que se celebre un mercado, sino que podrás hacerlo en la nueva tienda que Arepa Queer acaba de abrir en Barcelona.
La firma acaba de abrir las puertas de su primer establecimiento físico en la ciudad, en el número 24 de la calle de la Riera Baixa, en el Raval. “En nuestra tienda podrás encontrar todo lo que necesitas para construir tu look de los 2000 y ser la nueva Bad Gyal", explica Javier Sánchez a Time Out Barcelona. Como era de esperar, el espacio es un auténtico homenaje a la cultura pop y estética de los 2000, con las paredes pintadas de fucsia, las cortinas de los probadores cubiertas de lentejuelas lilas que podrían aparecer en un episodio de Hannah Montana y mucho –de verdad, mucho– brillo. Además, como si se tratara de una especie de iglesia o culto, al levantar la vista al entrar, se pueden ver dos fotografías enmarcadas de Paris Hilton y Lindsay Lohan convertidas en santas, dos íconos de la cultura pop de los 2000 que Arepa Queer asegura que son “sus musas”.
A pesar de que la estética del espacio atrae la atención de todos los que entran, las prendas de ropa y los complementos son realmente los protagonistas. Como si fuera un museo textil, Arepa Queer cuenta con una cuidada selección de artículos de marcas características de la década de 1990 y de los 2000, como los chándales de Juicy Couture, chaquetas de todo tipo, pantalones con bolsillos y camisetas estampadas que recuerdan a las emblemáticas de Jean Paul Gaultier, Desigual y Custo Barcelona. Los bolsos también son grandes protagonistas de la tienda y se encuentran repartidos por todas partes, aunque los más exclusivos, de marcas como Prada, están colgados en la parte superior de la pared principal, custodiados por Paris Hilton y Lindsay Lohan.
A pesar de la variedad de productos, Sánchez asegura que la especialidad de la tienda son las faldas "súper mini y de cintura baja (...) podríamos ser el armario completo de Paris Hilton y Bad Gyal en el Raval". Sin embargo, Arepa Queer no pretende ser una tienda vintage más, sino que "es un proyecto inclusivo y diverso creado por personas migrantes y miembros de la comunidad LGBTIQ+ que rinde homenaje al exceso de los 2000".
Una tienda especializada
"En un momento de mudanza me di cuenta de que tenía mucha ropa, así que me apunté al antiguo Flea Market del Raval y nos quedamos impactados con la respuesta del público", asegura Sánchez. Así es como nació Arepa Queer, que acercaba prendas originales y vanguardistas sin género, tallas o edades, "yo me identifico como una persona de género fluido, así que mi ropa la puede usar cualquiera". Sánchez se ha hecho un nombre en el sector del vintage en Barcelona, y el nombre de Arepa Queer se ha convertido en imprescindible en los mejores mercados y pop-ups vintage de la ciudad.
Ahora, Sánchez ha llevado su pasión a su primer establecimiento físico con una oferta mucho más amplia de productos, ya que el espacio en los mercados vintage es bastante limitado. El fundador de Arepa Queer también destaca que, aunque siempre ha sido un fanático de la ropa de los 90 y 2000, dudaba que las nuevas generaciones continuaran con su pasión, algo que asegura que dudaba "por el momento político en el que vivimos". Cabe destacar, sin embargo, que se trata de una tienda de ropa vintage de marcas seleccionadas, lo que significa que los precios no son tan accesibles como los que se pueden encontrar en tiendas de segunda mano. Eso sí, si vas, verás que hay una sección de artículos a 5 euros donde puedes encontrar auténticas joyas.
