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En la actualidad, la mayoría de las bibliotecas barcelonesas llevan nombres de hombres, como la Gabriel García Márquez y la Joan Miró, una situación que cambiará en breve. Todas aquellas bibliotecas que solo llevan el nombre del barrio adoptarán ahora los nombres propios de mujeres nacidas en Barcelona o con un fuerte vínculo con la ciudad. Este 2024, seis bibliotecas cambiarán su nombre por el de personalidades relacionadas con el mundo del libro y la cultura o del entorno vecinal y asociativo.
La Biblioteca Fort Pienc, en el Eixample, recibirá el nombre de la editora, escritora y poeta Ana María Moix Meseguer, considerada una de las principales voces literarias de la llamada Gauche Divine en la Barcelona de los años 60 y 70 del siglo XX y que también recibió la Creu de Sant Jordi en 2006. La Biblioteca Vila de Gràcia llevará el nombre de la narradora, comediógrafa y periodista catalana Rosa Maria Arquimbau. Arquimbau empezó a publicar bajo el seudónimo Rosa de Sant Jordi y que destacó por tener una visión feminista y avanzada por la época en torno al arte, el amor y la amistad.
Cuatro bibliotecas de Nou Barris también serán rebautizadas: la Biblioteca Vilapicina y la Torre Llobeta se llamará Carmen Laforet en honor a la novelista barcelonesa autora de obras como 'La mujer nueva' y 'La niña y otros relatos'; la Biblioteca Nou Barris homenajeará a la bibliotecaria y escritora, Aurora Díaz Plaja; la Biblioteca Canyelles llevará el nombre de la activista vecinal de Nou Barris, Maria Àngels Rivas; y la Biblioteca Zona Nord se llamará Mària Sánchez Ledesma, en honor a la periodista en los Servicios Informativos de RTVE Cataluña.
Las mujeres en las calles y espacios públicos de Barcelona
Solo un 7,6% de las calles de Barcelona tenía nombre de mujer en 2021. Aunque según algunas canciones, novelas y películas, Barcelona tiene nombre de mujer, la realidad es que hace tres años, de 4.600 espacios 'bautizados' de la ciudad, solo 350 llevaban el nombre de una mujer.
El pasado 8 de marzo, la ciudad bautizó las estaciones de metro con un mapa donde existían las estaciones de Mercè Rodoreda, Alexia Putellas y Carmen Amaya, entre otras muchas, pero el proyecto solo fue simbólico. Una iniciativa que sí se llevó a cabo el mismo día fueron las dieciséis calles de la ciudad que se rebautizaron con nombres de mujeres. Ahora, Barcelona no solo tendrá calles y plazas con nombre de mujer, sino que algunas de sus bibliotecas también los tendrán.