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Una nueva escultura de Jaume Plensa en el territorio: esta vez el destino es el atrio de la basílica de Montserrat, que estará presidido por cap del 'Anna' hasta el mes de noviembre.
La obra de alambre, que mide cuatro metro de alto y pesa cerca de 150 kilos, se terminó de montar en el atrio del templo y funciona como preámbulo de la muestra dedicada a Jaume Plensa que se puede visitar en el Espacio de Arte Pere Pruna del Museu de Montserrat, donde se presentan estudios y grabados del reconocido artista.
Foto: Museu de Montserrat
tiempo que desde Montserrat se habían interesado por la obra del artista; de hecho fue José Laplana, monje y director del Museu de Montserrat, quien solicitó la posibilidad de hacer una instalación similar a la que Plensa realizó en San Giorgio Maggiore para la Bienal de Venecia del 2015.
'Mist', la cabeza etérea que llenaba la nave de la iglesia de Palladio, medía cinco metros y estaba inspirada en el rostro de Nuri, una niña china. La cabeza de 'Anna' es ligeramente más pequeña, pero sugiere lo mismo: un juego de percepción que cambia según la distancia y proximidad a la escultura y permite reflexionar sobre el alma y el espíritu. "La piel es la frontera final entre nuestro cuerpo y el vacío, es la pequeña y fina línea que separa lo lleno del vacío. Me interesa el cuerpo como lugar. Incluso cuando no trabajo la figura, el cuerpo está presente por su ausencia ", explicó el artista.
Foto: Museu de Montserrat
Conocido por su obra pública esparcida por medio mundo, este año Plensa ha vuelto a casa y se ha dejado querer por el público local. Hasta marzo, los perfiles de 'Invisibles' llenaron el Palacio de Cristal de Madrid; y expuso en clave retrospectiva en el MACBA, tras 22 años sin hacerlo en ningún gran museo de Barcelona. Le habíamos visto también en la galería Senda, donde presentó los dibujos de los rostros femeninos apacibles y durmientes. Sin olvidar la escultura de 'Carmela', que sigue invitándonos a mirarla cada vez que pasamos por el Palau de la Música.