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Carla Simón ha hecho historia al convertirse en la primera catalana que gana el Oso de Oro en Berlín. Lo ha hecho con la historia de una familia de campesinos del Segrià que ven amenazado su estilo de vida cuando el propietario de las tierras les anuncia que quiere venderlas para instalar placas solares. Después de una noche de resaca de emociones, hay una pregunta que flota por el aire: ¿Cómo puede ser que una historia tan local conecte con gente de todo el mundo? Aquí cinco claves que lo explican:
1. La familia
'Alcarràs' no deja de ser la historia de una familia que se ama y que ama lo que hace. Un vínculo que supera la ficción y traspasa la pantalla, conectando con una fuerza increíble con el espectador. ¿Casualidad? No. Trabajo duro. Y es que ninguno de los actores es profesional. Antes de la pandemia, Simón y su equipo hicieron un casting a más de 9.000 personas de la comarca que 'fichaban' en las fiestas mayores de los pueblos. Y, una vez que tuvieron a los finalistas, trabajaron durante un año para que la complicidad entre ellos fuera auténtica. Pista: lo es. El cariño de esta familia supera la pantalla y es el punto fuerte de la película.
2. La tierra
Los campos de melocotoneros son el escenario perfecto de esta historia rural. Pero no desde un punto de vista idílico y edulcorado, que también, sino poniendo de manifiesto la dureza del trabajo en el campo. La película no escatima en detalles y muestra todo el proceso de cosechar fruta. Y lo hace de manera sutil, militante en favor del campesinado tradicional, pero sin caer en el panfletismo.
3. La tradición
Simón defiende la agricultura que pasa de padres a hijos, porque dice ser la más sostenible. Considera que si sabes que una tierra pasará a la siguiente generación, tienes especial cuidado. En 'Alcarràs', vemos las lágrimas del abuelo al recordar cuando empezaron a trabajar las tierras, y a su familia acompañándole en el dolor.
4. La infancia
En 'Estiu 1993', Simón ya demostró que su capacidad para trabajar con niños era de otro planeta. Y en 'Alcarràs' confirma que no fue fruto de la casualidad. Los tres pequeños de la familia son la mirada externa que ve que algo está cambiando, pero no acaban de entender por qué. Sus juegos y su búsqueda de la cabaña perfecta son, simplemente, deliciosos.
5. El 'toque Simón'
Quizás después de esta Berlinale tendremos que empezar a pensar en alguna manera de llamar la capacidad de Carla Simón de retratar con luz una realidad concreta. Su mirada limpia, cautiva al espectador y convierte la más local de las historias en un relato global.
'Alcarràs' se estrena en los cines de nuestro país el 29 d'abril.