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El arte urbano desencadena debates muy vivos: algunos son verdaderos fans y otros que lo tildan de incivismo. Y esto es lo que ha pasado durante años con el 'mural de chicles' en el barrio Verdun de Barcelona.
Se trata de una pared de la calle de Jaume Martí en Nou Barris, junto a la salida de una escuela y de un gimnasio de boxeo, que desde hace más de diez años ha ido coleccionando cientos de chicles que la gente ha enganchado. Con el tiempo, el lugar se ha convertido en una especie de lugar de peregrinaje por la cantidad de gomas de golosinas colocadas sobre ladrillos rojizos y porque los servicios de limpieza del Ayuntamiento han respetado el improvisado mural colectivo y no lo han retirado. Al menos, hasta ahora.
Ha sido el usuario de X Barcelona Singular (@Bcnsingular) quien ha desvelado que, finalmente, han sacado el mural de chicles. Allí donde se habían acumulado miles de golosinas duras y mordidas ahora hay una pared gris tapizada.
El periodista Marc Piquer, quien está tras la cuenta de Barcelona Singular, ha compartido la noticia preguntando a sus seguidores si ellos habrían conservado el mural y todos los que han reaccionado han coincidido en decir que no, que "era asqueroso" y "una marranada".
Arte urbano en Barcelona
Algunas paredes de las calles de Barcelona han sido transformadas en murales artísticos que ahora ya forman parte del imaginario de los vecinos. Un ejemplo es el parque de las Tres Chimeneas, en el Poble Sec, donde se habilitan espacios para ser pintados. Pero también lo es la popularidad que han ido cogiendo diferentes artistas de la ciudad como Roc Blackblock, que no hace mucho creó una obra en homenaje a Puig Antich, o TvBoy, que con motivo del día de Sant Jordi pintó una pieza dedicada a la Santa Jordina.