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La pizza es el terreno en el que más sufre el comensal celíaco e intolerante al gluten en grados diversos. Pues en Barcelona tiene un motivo de alegría: acaba de abrir puertas la pizzería Senza Glutine (Valencia, 234) de la cadena Grosso Napoletano, que en Barcelona representa el primer ejemplo de pizza napolitana libre de gluten.
Y en este sentido, recalco que el gentilicio es muy importante: en Barcelona ya existen un par de pizzerías más que recomendables sin gluten (Mesié Sin Gluten, por ejemplo), pero el hecho diferencial es que la segunda pizzería sin gluten de Grosso Napoletano –ya abrieron una en Madrid en el 2020– replica la masa napolitana clásica con una fidelidad pasmosa: consiguen esa elasticidad típica y el borde gordo y rebotón con una masa a base de harina de cereales sin gluten como el arroz, maíz y trigo sarraceno, y un proceso de doble fermentación con reposo de 48 horas.
Y de hecho, otra gracia de la pizza sin gluten para el no celíaco –aparte de que en la panza te cae más ligera– es que el sabor neutro de la masa sin gluten –la masa de pan y harina de trigo tiene un sabor más intenso y ácido– realza el sabor de la cobertura. Si el producto es bueno, y el de Grosso Napoletano lo es, te zampas delicias como una pizza de salami picante y mozzarella 'fiordilatte' o la Gran Borghese, con crema de trufa y boletus, champiñones a las hierbas, mozzarella 'fiordilatte' y speck y los sabores te dan un gustoso tortazo en la boca. En los entrantes, iconos para compartir de la cocina italiana, como la melanzane o la ensalada caprese, tuneados al estilo Grosso: hacer las cosas sencillas muy bien, con una presentación original y mano experta (el tiramisú es de traca).
El local es una delicia: capacidad para 104 comensales anchos en el interior y 16 en la terraza, distribuidos en una sala 245 m con aires de loft industrial, 2 y un espacio exterior de 16 m². Y el precio medio también: unos 20-25 euros por persona.
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