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Coincidiendo con lo que el marketing ha bautizado como 'blue monday' –el tercer lunes de enero es el día más triste del año– recuperamos aquellos elementos de Barcelona que nos reconcilian con el color azul... Que por cierto: otra marca, Pantone, lo ha nombrado color del año 2020 como sinónimo de "calma, confianza y conexión, el deseo como fundamento fiable sobre el que construirse a uno mismo en la nueva era".
1. Museu de Ciències Naturals de Barcelona
Construido en 2004 por los arquitectos Herzog y Meuron y uno de los iconos arquitectónicos del Fòrum de les Cultures, se inspiraba en Barcelona y en el mar Mediterráneo. Es llamativo por el uso de materiales, los juegos de volúmenes y la experiencia calidoscópica que vives cuando lo atraviesas y miras hacia arriba. En 2017 pasa a llamarse Museu de Ciències Naturals, pero a nosotros todavía nos sale llamarlo por el color de su piel: el Museu Blau.
2. Blau Bcn
En la calle Londres, 89 está el restaurante del chef Marc Roca. Productos de primera, sin pretensiones y con color propio. Eligió teñir el local de azul por lo que significa: confianza, simpatía, sabor a mar y una conexión con su historia: Roca abrió su primer restaurante en Begur y después, en 2008, dio el salto a Barcelona.
3. Aigua del Carmen
No es el cóctel que te convierte en pitufo, pero casi: es una de las bebidas más populares de Aigua del Carme y está hecha con zumo de limón, azúcar, licor de manzana, ginebra y unas gotitas de curaçao azul, lo que le atorga este color fantasioso y fresco.
4. Biblioteca del Ateneu Barcelonès
El Ateneu Barcelonès tiene que disfrutarse una tarde al año, como mínimo. Acercaos a la entrada de la biblioteca –tienes que ser socia o socio para acceder a ella– y levantad la vista para admirar la pared decorada por Frederic Amat, toda una oda a los lectores y al azul.
5. Sant Antoni Maria Claret, 110
Aunque ha aparecido como ejemplo en el libro 'La Barcelona fea' (Àmbit), no podemos más que reivindicar la obra del arquitecto Mario Catalán Nebot, de fachada sinuosa, como una ola con reminiscencias modernistas, decorada con gresite. El mismo arquitecto también firmó el edificio brutalista de la calle Valencia, 384 (también considerado feo).
6. Ohla Hotel
Nos fijamos en la pared lateral del Ohla Hotel, la que nos mira fijamente. 'Mur d'ulls' (2011) es obra de Frederic Amat e Isern Asociados; la pared azul con mil ojos cerámicos empotrados es un guiño al modernismo y también un hito para recordar cómo era el barrio antes de la apertura de la Via Laietana en 1920.
7. Línea azul (L5)
Se inauguró en 1959 y cubre 18,9 kilómetros de ruta entre 26 estaciones. Une Cornellà y la Vall d'Hebron pasando por la Diagonal, el Hospital Clínic y plaza de Sants, entre otros lugares, y es la tercera de las líneas de metro con más viajeros de Barcelona.
8. El tramvia Blau
¿Lo echáis de menos? ¿Lo habíais cogido alguna vez? Dejó de operar en enero de 2018 y parece que tardará en volver el tranvía que cubría el trayecto desde la plaza John F. Kennedy hasta los pies del funicular del Tibidabo. Si queríais un motivo para la tristeza, tal vez ya lo hemos encontrado...