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No sabemos qué tenemos hasta que no lo echamos de menos. Durante unos años, unos cuantos blandieron el lema 'tourist go home' a troche y moche. Y ahora que se han quedado en casita, los echamos de menos en muchos lugares y situaciones. Como por ejemplo...
1. En la recta Ferran-Sant Jaume-Princesa
En este eje comercial solo han reabierto el 25% de los negocios. Quizá ahora puedes cruzar de la Rambla a Jaume I sin levantar los ojos de la pantalla, pero la sensación de ciudad fantasma no la compensa ninguna recolonización de espacios de barrio. Un decorado de cartón piedra sin gente es más no-lugar todavía.
2. ¡En la discoteca!
¿No te mueres de ganas de pegarte un bailoteo en el rincón más oscuro de cualquier antro? De acuerdo, las discotecas están cerradas hasta nueva orden, pero uno de los grandes alicientes del aborigen que se quedaba en el asfalto estival era ir a colisionar y trabar conocimiento con guiris en sesión de noche.
3. En la cola del 'fast-food'
Cuando te entraba el capricho de aquel pollo frito de sabor indeterminado (¡el muslo sabe igual que la pechuga!) pues hacías cola camuflado entre turistas. Pensabas: caray, si se lo zampan los alemanes estos, que son la primera economía de Europa, tan malo no debe ser. Ahora tienes que pedir tu placer culpable a cara descubierta. Chiste malo: si seguimos así, Five Guys quizás debería llamarse Three Guys una temporadita.
4. En el Park Güell
Pasada la emoción de visitar este monumento sin colas ni prisa, nos rendimos a la evidencia: años y años de presencia masiva de turismo asiático en el Park Güell han marcado el carácter del lugar. La inmensidad modernista sin rastro de aquellas muchedumbres es aún más extraña e inquietante que la jungla silenciosa de japoneses con palo 'selfie'. Lo friki del sitio ha pasado a siniestro.
5. En las tiendas de souvenirs
Da miedo y tristeza ver los quioscos de prensa reconvertidos en tiendas de souvenirs –como el que hay en la plaza Urquinaona– y más desiertos de clientes que de esperanza los náufragos del Titanic. La gente ya no compra demasiada prensa, pero... ¿quién diablos debe querer ahora platos con dibujitos de la Sagrada Familia o castañuelas con toros?
6. En las apps de ligar
La gente de tu alrededor te tiene más visto que el tebeo, y no te comes ni media rosquilla. Pero claro, con la renovación estival de un 50% del parque 'swipable' de cercanías, todavía tenías esperanzas de ligar por 'app'. Ahora ni eso.
7. En los festivales de música
Dar un paseo por el Primavera Sound y el Sónar –o sus alrededores– era ver qué looks se llevaban en resto del mundo, disfrutar de una pasarela de moda urbana auténtica gratis. Habrá que esperar a la temporada 2021.