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El universo se confabulaba en 2006 a favor de Saul Leiter, considerado uno de los fotógrafos pioneros en el uso del color que a lo largo de su trayectoria rehuyó el reconocimiento y la autoadmiración. Aquel año la editorial Steidl publicó la monografía 'Early color' y después vendrían la primera gran exposición individual y, en 2013, el documental 'In no great hurry'. Foto Colectania nos descubre una parte de la extensa obra de Leiter (su fundación atesora hasta 300.000 negativos y diapositivas) y aquí os avanzamos una pequeña muestra.
Fotografía de calle
La de Saul Leiter es una fotografía acotada geográficamente en el East Village de Nueva York, el barrio donde residió y al que dedicó muchas de sus películas. De la calle, el fotógrafo decía que "es como un valle: en la calle nunca sabes qué pasará". Tanto podía retratar la vida como la muerte, los reclamos publicitarios o el reflejo de los escaparates. La ciudad también fue el escenario para muchas de las fotografías que Leiter realizó para cabeceras de moda como 'Esquire' y 'Harper s Bazaar'.
La paleta
"Supuestamente soy un pionero del color. No sabía que era un pionero, pero eso es lo que me dicen.... ¡adelante y a ser un pionero!", exclamaba Leiter. Sus fotos tienen una tonalidad intensa y saturada gracias al uso de carritos de Kodachrome a punto de caducar, pero también trabajó en blanco y negro, sobre todo en los inicios y para las escenas de interiores y las capturas más íntimas, desnudos protagonizados por amigas y conocidas, que son de una gran belleza.
Una vida de pintor
Junto con la práctica fotográfica, Leiter nunca dejó de pintar. Apreciaba compañeros de profesión como Eugene Smith, Ivring Penn, Richard Avedon y Diane Arbus, pero también a artistas de quiénes coleccionaba obra: Bonnard, Vuillard y Honami Koetsu. Según Roger Szmulewicz, comisario de la muestra y propietario de la galería Fifty One de Amberes, "la dinámica entre la pintura y la fotografía tuvo un impacto en la mirada de Leiter y creó un nuevo ritmo. Su lenguaje fotográfico es el de la abstracción".
Encuadres singulares y una mano...
Leiter tenía preferencia por las fotos verticales, indica Pepe Font de Mora, director de Foto Colectania. "Jugaba con los planos, enmarcaba una banda de acción y le encantaba cuando las cosas no eran claras". La obra de Leiter requiere de una contemplación tranquila (o de una segunda mirada) para encontrar los detalles aparentemente irrelevantes, como aquella mano dentro de un taxi... una mano que, tal y como reconocía el director Todd Haynes , le inspiró a la hora de filmar 'Carol'.
A través del cristal
"Buscaba la belleza sin magnificarla ni se disculpaba por buscarla en su entorno", añade Font de Mora recorriendo la exposición 'In search of beauty'. Más que retratar famosos, caras conocidas, Leiter expresó que prefería los retratos de vida a través del cristal empañadp o manchado de gotas de lluvia.