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El teatro catalán se ha despertado hoy más huérfano que nunca. No es una frase hecha. Josep Maria Benet no era un dramaturgo cualquiera, era 'Papitu', el padre de la escena textual tal como la conocemos hoy. La persona que se puso a escribir obras en catalán en los años más duros del franquismo, el creador que reconectó la escritura de la escena de Barcelona con las corrientes de la modernidad. Parecerá el símbolo de una de sus piezas más tristes, y es así: el virus que mantiene a los teatros cerrados se ha llevado a los 79 años al escritor que puso a los cimientos para la actual hegemonía en nuestros escenarios de la dramaturgia catalana. Repasamos cinco de sus hitos en televisión, cine y sobre todo teatro.
1) Inicios: 'Una vella, coneguda olor' (1964)
La obra que marcó su debut obtuvo el Premio Josep Maria de Sagarra. A pesar de ser una obra de juventud -la escribió cuando tenía 22 años-, ya se perfilaban algunas de sus constantes en el tratamiento de personajes y estructuras, y sobre todo su voluntad de conectar con el público en un sentido amplio del término, conseguir que el teatro fuera una herramienta de comunicación colectiva al alcance de todos. El TNC hizo un nuevo montaje de la obra la temporada 2011/12. Fue uno de los últimos grandes homenajes escénicos, ya que, a partir de 2015, abandonó progresivamente la vida pública a consecuencia de la enfermedad de Alzheimer que padecía.
2) La tele: 'Poblenou' (TV3, 1994)
"La televisión es mi mujer pero el teatro es mi amante", decía siempre que tenía ocasión. Sin abandonar nunca su carrera como dramaturgo, otra de las grandes aportaciones de Benet i Jornet fue su paso decisivo para la televisión. Fue el guionista y creador del primer gran culebrón catalán, 'Poblenou', y también de los que le siguieron: 'Nissaga de poder', 'El cor de la ciutat', 'Ventdelplà' ... Tal como había hecho en teatro, acercó la vida sencilla a la pantalla, los conflictos cotidianos, pero sobre todo tuvo la osadía de plantear abiertamente temas como la homosexualidad. En el año 2016, cuando se le tributó un homenaje, tenía contabilizados 4.493 capítulos en series de televisión, algunas también de alcance estatal como 'Amar en tiempos revueltos' de TVE.
3) También cine: 'Actrius' (Ventura Pons, 1997)
La relación entre la esposa y el amante no dejó demasiado tiempo a Papitu para dedicarse al cine. Aparte de un buen puñado de 'TV movies', dos de sus obras fueron llevadas al cine por Ventura Pons. En primer lugar, 'E.R.' (1994, premio Crítica Serra d'Or y Premio Nacional de Teatro) llegó a la pantalla grande con el título 'Actrius', una película sin actores que nos deja el legado de un duelo interpretativo entre Núria Espert, Rosa Maria Sardà, Anna Lizaran y Mercè Pons. Solo por eso ya merece la pena. Posteriormente, también se rodó 'Amic / Amat' (1999), una adaptación del mismo Benet i Jornet de su texto 'Testamento' (1997) que Ventura Pons definió como un "regalo maravilloso".
4) Maestro de las nuevas generaciones: 'Soterrani' (Sala Beckett, 2008)
Siempre haciendo gala de una modestia exagerada, Benet i Jornet era en lo personal una persona atenta y amable, siempre dispuesto a hacer de maestro de las nuevas generaciones de dramaturgos. "Los jóvenes me gustan mucho", decía a una entrevista. Atendía a los periodistas con una sonrisa y con una empatía abrumadora. Así lo conocí en 2008, cuando estrenó en la Beckett, aún en Gracia, su texto 'Soterrani', dirigido por Xavier Albertí. Entonces daba vueltas por salas alternativas, espacios donde prefería montar obras como 'Com dir-ho?' (Almería Teatre, 2011), decía que "había que dejar los grandes escenarios a las nuevas generaciones". En el Lliure, sin embargo, se vio el último estreno de uno de sus textos, 'Dues dones que ballen', también uno de los últimos trabajos de Anna Lizaran.
5) Patrimonio: 'La desaparició de Wendy' (Sala Beckett, 2016)
No es casualidad que la nueva Sala Beckett del Poblenou levantara su primer telón con la obra 'La desaparició de Wendy' de Benet i Jornet, con dirección de Oriol Broggi. La recuperación de un texto de los años setenta marcaba -en la nueva casa agrandada de los dramaturgos- que Papitu era repertorio vivo del teatro catalán. Entre sus 117 obras escritas, entre toda la avalancha de premios que recibió, encontramos obras de referencia como 'Desig', 'Berenàveu a les fosques', 'Olors' o 'Revolta de bruixes', un texto de principios de los ochenta que tuvo un nuevo montaje en el Lliure la temporada 2016/17, con dirección de Juan Carlos Martel. Ejemplos actuales y futuros no faltarán para poner de relieve la importancia de esta figura capital de nuestra escena. Papitu continuará entre nosotros.