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Antes de entrar en materia queremos dejar claro que la noticia no pretende abrir una guerra contra los vehículos de cuatro ruedas. Ni siquiera sugerimos su desaparición, ya que según los datos el 33% de barceloneses está convencido de que es la mejor (o la única) manera de acceder a la ciudad. Inmersos en una semana de especial concienciación medioambiental –con la Semana de la Movilidad, el Día sin coches o la inminente Huelga mundial por el clima– es momento de reflexionar y plantearse alternativas. Eso sí, chino chano, que no contamina.
1. 1.400 muertes al año
Empezamos fuertes y no es para menos. El último informe de la Agencia de Salud Pública de Barcelona indica que durante el 2018 la contaminación de los vehículos motorizados –desprenden dióxido de nitrógeno (NO2)– se cobró 351 muertes prematuras; este hecho representa un riesgo para el 50% de la población de la ciudad. Desde hace dos décadas tal volumen de población se expone a niveles superiores de contaminación de los que recomienda la OMS. Siempre nos quedará relajarnos y respirar profundamente. O no, mejor no hacerlo con demasiada intensidad por las partículas en suspensión, que están por todas partes.
2. 2020, año de restricciones
Con las cifras en la mano, el Ayuntamiento de Barcelona ha apostado por restringir el tráfico de los vehículos motorizados más contaminantes. A partir del 1 de enero tendrán prohibido acceder a las zonas de bajas emisiones de lunes a viernes de 7 a 20 h, quedando fuera de la restricción los fines de semana y hasta en diez ocasiones justificadas (tales como pasar la ITV o visitas al hospital, entre otras). Un sistema de cámaras en los accesos a Barcelona permitirá controlar y castigar con multas de 200 a 1800 euros a quiénes conduzcan los siguientes coches en un radio de más de 95 km. Los vehículos más afectados son los siguientes:
- Turismos con motor de gasolina matriculados antes de enero del 2000 y con motor diesel matriculados antes de enero de 2006.
- Furgonetas matriculadas antes del 1 de octubre de 1994.
- Motos y ciclomotores matriculados antes de 2003 (anteriores a Euro 2).
La fase de restricciones no empezará hasta el 1 de abril y no habrá distintivo ambiental de la DGT que prevenga de las multas.
3. Te ahorrás más de 2.000 € al año
El coche es libertad, por un lado, pero también un coste. Un estudio realizado por la app Fintonic a partir de datos reales de 200.000 conductores concluye que el coste anual medio es de 1.860 euros, unos 155 euros al mes contando seguros, mantenimiento, impuestos, gasolina y un largo etcétera de gastos que podrían invertirse, por ejemplo, en un coche eléctrico con nombre de pueblo catalán.
4. Las supermanzanas lo supercomplican
La implantación de las supermanzanas de Poblenou, Sant Antoni o Parlament está redefiniendo el uso del espacio público. El objetivo es reducir el uso del vehico y ganar áreas verdes y peatonales para mejorar el aire que respiramos; próximamente se prevee la inauguración de tres nuevas supermanzanas y en el espacio Chez Xefo del Poblenou les dedican una exposición que lleva por título 'La superilla mola mogollón'.
5. Quilómetros de salut
Barcelona cuenta con 200 km de carril bici y se calcula que el 95% de la población de la ciudad dispone, como mínimo, de un carril bici a 300 metros de distancia de su domicilio. Además, ahora ya no sirve la excusa de que las bicicletas del Bicing son una chatarra (la mayoría son nuevas y algunas eléctricas). Por menos de 40 euros tienes bicicleta, carriles bici, timbre para saludar a los vecinos y salud. Si no te compensa llegar sudando al trabajo, siempre te quedará un transporte público sin nada que envidiar al del resto del mundo. Menos cuando están de huelga, claro.
