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El fotógrafo Eugeni Forcano ha muerto a los 92 años. Autodidacta, versátil y vital, retrató a los personajes de la ciudad en blanco y negro, aunque también probó el color en la foto más experimental. Le recordamos a través de 5 fotografías, que se exponen en la muestra 'La vida atrapada al vuelo' en el Museo Palau Solterra de la Fundación Vilacasas (Torroella de Montgrí) hasta el 22 de mayo.
Origen, 'Destino'
Sus primeras fotografías las sacó con una cámara de su madre y fue cuando aterrizó en 'Destino', a los 60 y a raíz de un concurso, que comenzó a dedicarse a la disciplina de manera profesional, siendo autor de muchas de las portadas del semanario. Como indica el crítico Daniel Giralt-Miracle en el prólogo del catálogo de la muestra en la Vilacasas, "captaba con su cámara lo que poco a poco iba cambiando en nuestra sociedad y en nuestro entorno: su desarrollo social y urbano y la internacionalización de Barcelona". Retrató el turismo temprano que aterrizaba en un barrio Gótico inventado, sin olvidar las clases más humildes en una ciudad cambiante, "gente anónima que no tenía voz", había dicho Forcano al recoger el Premio Nacional de Fotografía en 2012.
Relato de calle
La comisaria de la exposición, Anna Llopis, explica que Forcano sabía captar "la esencia de las cosas y el espíritu de la gente", pero el primero que lo empujaba a disparar el obturador era la historia que el fotógrafo imaginaba en su cabeza. "El relato es fundamental para entender su obra", de ahí la importancia de los títulos en las fotografías. Hay algunas de humanas y tiernas, y otras imágenes más irónicas y socarronas.
La nota de color
Forcano también se dedicó a la fotografía de moda y esto le permitió ganar dinero y retratar personajes que le interesaban y, a diferencia de la foto social, aquí sí que introdujo color. Como recuerda Giralt-Miracle, unos de los episodios memorables es el trabajo para Tilsa, empresa textil leonesa, donde "mezclaba el glamour de las modelos con el primitivismo de los animales de pastoreo o los paisajes rurales".
Emoción y experimentación
"El fotógrafo es un observador siempre y debe estar activo. Atento, a la espera, debe ser intuitivo. El reportaje me permitió acercarme a la gente, tal y como es, y descubrirla, y ésta es la aventura más apasionante. Cuando disparo me emociono", decía Forcano. Los últimos años de su carrera los dedicó a la fotografía más experimental, de carácter abstracto y jugando con la luz.