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Si bien en edades tempranas es recomendable limitar mucho el uso de dispositivos digitales, lo cierto es que los niños cada vez interactúan más temprano con la tecnología. Los progenitores diligentes saben que comprobar que los dispositivos y programas y aplicaciones, especialmente el antivirus y el cortafuegos, estén siempre actualizados y operativos es primordial para evitar sustos con el software malicioso. También adoptan medidas de control parental, velan por los datos personales de los más pequeños y están al día de los riesgos que puede suponer para ellos el uso de la red.
Pero a medida que los hijos conquistan autonomía, para que la relación de los niños y los adolescentes con la tecnología y, especialmente, con Internet, no se convierta en una pesadilla familiar y se desarrolle con seguridad, es necesario asentar unas normas básicas. Sabemos que no siempre es fácil, por lo que, para echarte una mano, te proponemos cinco consejos básicos para que los niños no se metan en líos en Internet.
1. ¡Ten cuidado, pequeñajo!
Es un hecho: en la red, como en el mundo real, existen desalmados que se aprovechan de los más vulnerables. Problemas como la ansiedad y la depresión, los trastornos alimentarios, las autolesiones o el consumo de drogas pueden tener su origen en situaciones de ciberacoso o de 'grooming' (ciberacoso sexual a menores). Los padres y madres deben estar dispuestos y deben familiarizarse con el universo digital de sus hijos. Es fundamental que en el hogar se traslade a los niños y jóvenes el mensaje de que deben tener cuidado en la red. Porque tras un avatar simpático o una cuenta que publica vídeos virales en TikTok o un usuario que tuitea los memes más divertidos sobre 'Forntite' puede haber alguien realmente tóxico. Y no solo hay que vigilar con los ciberdelincuentes. A menudo existen conductas de maltrato psicológico que se dan entre iguales, tanto en la calle y en la escuela como en Internet.
2. Trata a todo el mundo como quieres que te traten a ti
Aprender a convivir de forma cívica es básico para relacionarse con el prójimo de forma sana. Para poder interactuar en la red de forma cibersaludable, los menores deben mantener el respeto hacia el resto de los usuarios. Los niños deben saber que el primer paso para combatir los mensajes de odio, las vejaciones y el acoso en Internet es mantener un ambiente cordial y respetuoso durante el juego online o en sus intercambios de opiniones con otros internautas. Del mismo modo, es necesario enseñarles a actuar cuando detectan que hay quien traspasa los límites y explicarles cómo denunciar los contenidos que consideren ofensivos.
3. ¡No dejes que se te traguen las pantallas!
El acceso fácil e ininterrumpido a un volumen inalcanzable de información en la red y el poder de absorción de los dispositivos digitales hacen que la convivencia familiar con Internet y la tecnología no siempre sea fácil. Los niños los utilizan para trabajar y para divertirse, pero permanecer demasiadas horas pegados a una pantalla no es bueno para nadie, y menos para los niños y niñas. Cuando se entretienen, los menores nunca tienen suficiente, y eso hace que arrancarlos delante del ordenador, de la tableta, del móvil o de la videoconsola sea una lucha continua para muchos padres y madres. El tiempo libre en familia, la propuesta de actividades alternativas y estimulantes, el deporte y otros pasatiempos analógicos pueden ayudar a contrarrestar el magnetismo de Internet. Sin embargo, los tutores deben recordar que, si quieren que niños y adolescentes les hagan caso, necesitan predicar con el ejemplo.
4. ¡Piensa que hay quien te espía!
Los más jóvenes no se dan cuenta, pero sus pasos virtuales, como los de todos, son rastreados. Hay organizaciones, empresas, entidades y gobiernos que codician los datos personales y esto es una amenaza para la privacidad de los internautas, muy especialmente para quienes, probablemente, no piensan en no asegurar la privacidad de sus perfiles en las redes sociales o accede automáticamente a compartir sus datos por sistema. De la misma forma que les enseñamos que no deben revelar su nombre y su dirección a cualquiera, es fundamental que les prevengamos del peligro de regalar alegremente sus datos a la red. Por supuesto, también hay que advertirles que cuando publican fotografías o revelan en las redes sociales aspectos importantes de su vida también se exponen, y no todo el que puede ver lo que hacen en Internet es de confianza.
5. Un gran poder también debe comportar una gran responsabilidad
Los niños y niñas aprenden rápido: la red es fantástica y hay de todo. Es una gran herramienta para estudiar y una fuente inagotable de diversión. Pero este gran poder que tenemos al alcance debe llevar aparejada una gran responsabilidad. Los menores deben saber que en Internet tienen derechos, pero también deberes. Conocer cuáles son estas obligaciones es la mejor forma de evitar malas experiencias.
En el apartado de Familias de la web de Internet Segura, el programa de información a la ciudadanía de la Agencia de Ciberseguridad de Cataluña, encontrarás información, consejos, herramientas, actividades y recursos para saber cómo tratar en casa todo lo que tiene que ver con el uso de Internet y las tecnologías digitales. Descubre cómo enseñar a tus hijos a hacer un uso inteligente, seguro y responsable de la red y los dispositivos electrónicos.