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Con el precio del alquiler situándose en un nuevo récord, la vivienda es uno de los problemas que más preocupa a la ciudadanía de Barcelona. La demanda de pisos turísticos y el negocio que esto comporta tampoco ayuda, menos aún cuando se trata de alquileres ilegales.
La propiedad de un edificio en la calle Ample número 24, en el distrito de Ciutat Vella, ha recibido una multa de 420.000 euros del Ayuntamiento de Barcelona por alquilar ilegalmente como alojamientos turísticos la mayoría de las viviendas del bloque.
La comunidad de bienes familiar propietaria de este edificio había puesto en alquiler hasta 14 apartamentos que ofrecían como alojamientos turísticos a través de plataformas como Booking y Airbnb, sin ningún tipo de autorización oficial para esta actividad. Pese a los intentos de los inspectores municipales por detener esta práctica desde el año 2018 y requerir la retirada de los anuncios ilegales, los responsables iban alternando nombres, fotos y titulares de los anuncios para evitar la detección de la administración.
Inquilinos falsos
Después de una investigación extensa que involucraba a la Dirección de Servicios de Inspección, el distrito de Ciutat Vella y la Guardia Urbana, se descubrió que la propiedad había evitado sanciones presentando las viviendas como si estuvieran alquiladas legalmente a inquilinos que, en realidad, eran los responsables de gestionar los alojamientos turísticos ilegales. Esto les permitía eludir las repercusiones de las autoridades cambiando a los titulares de los contratos cuando se acercaba el final del proceso sancionador del Ayuntamiento de Barcelona.
Durante una inspección realizada el pasado abril, se confirmó que 14 de las 15 viviendas del edificio estaban ocupadas por turistas, funcionando como alojamientos sin la licencia necesaria para ese uso. La única vivienda restante tenía como residente una inquilina de renta antigua que coordinaba las llegadas y salidas de los huéspedes de los alojamientos turísticos del edificio. Esta situación ha llevado a una sanción económica considerable que quiere ser un ejemplo para cualquier otra propiedad que quiera hacer negocio ilegales con el alquiler de pisos turísticos en Barcelona.